CAPÍTULO DIECISIETE

INVENTARIOS DE PERSONALIDAD
Las escalas de calificación y las listas de verificación han contribuido a la evaluación y comprensión de la personalidad humana, pero la mayoría de esos instrumentos se originaron en circunstancias diferentes a las que propiciaron la creación de los inventarios de personalidad analizados en este capítulo. Aunque una serie de escalas de calificación y listas de verificación han sido diseñadas para el psicodiagnóstico y otros propósitos clínicos, la mayoría de ellas fueron elaboradas para utilizarse en contextos educativos y de empleo. Algunos inventarios de personalidad también han sido diseñados y aplicados en esos contextos, pero los más populares se han concentrado en la identificación de trastornos emocionales y en el diagnóstico de la psicopatología en situaciones clínicas.

Este capítulo proporciona un panorama de los inventarios de personalidad de una sola calificación y de calificación múltiple diseñados para una variedad de propósitos aplicados y de investigación. Desde los primeros años del siglo XX se han elaborado cientos de inventarios de personalidad. Algunos fueron diseñados para aplicarse sobre todo en contextos educativos, otros en contextos clínicos y otros más en contextos ocupacionales. En este capítulo se presentan inventarios de diferentes tipos que se basan en diversas concepciones de la personalidad, pero más que ser una muestra representativa de todos los inventarios disponibles, sólo se exponen aquellos que están bien diseñados y que se han investigado de manera exhaustiva.

VERACIDAD, CONFIABILIDAD Y VALIDEZ
Los inventarios de personalidad constan de reactivos que atañen a las características personales, los pensamientos, sentimientos y la conducta. Al igual que en un inventario de intereses, una escala de calificación o una lista de verificación, en un inventario de personalidad los individuos marcan los reactivos que juzgan descriptivos de sí mismos o, en ciertos casos, de alguien a quien conocen bien.

Veracidad al responder
Al igual que con cualquier medida de lápiz y papel de las características y comportamientos humanos, un problema relacionado con los inventarios de personalidad tiene que ver con su validez. Como se ha enfatizado a lo largo de este texto, un instrumento psicométrico no puede proporcionar resultados válidos a menos que sea respondido de manera consistente y honesta. Y como muchos de los reactivos de los inventarios requieren que quienes responden admitan cosas que podrían desear no admitir, sino más bien presentarse de la manera más favorable, la cuestión de la veracidad en las respuestas es seria.

La veracidad al responder puede ser un problema grave en los inventarios de personalidad. Es probable que los individuos no estén dispuestos a decir la verdad o que ni siquiera sepan la verdad acerca de sí mismos y, en consecuencia, proporcionen información incorrecta. Es penosamente asombroso encontrar que la gente puede responder a los inventarios de personalidad de manera distorsionada cuando se le indica hacerlo. Pero sea por temor a ser descubiertos o por cualquier otra razón, las mentiras e imposturas en los inventarios psicológicos no son tan comunes en situaciones de orientación o ubicación laboral como podríamos sospechar (Schwab yPackard, 1973). Se han diseñado claves especiales para la validación de la calificación con el propósito de detectar simulaciones o imposturas en algunos inventarios. Las calificaciones obtenidas al aplicar esas claves no siempre revelan si las personas han sido descuidadas o mentirosas, pero permiten verificar la validez de los hallazgos.

El engaño intencional, ya sea aparentar ser peor (mentir que es malo) o mejor (mentir que es bueno) de lo que se es, no constituye el único factor que afecta la precisión de las respuestas a un inventario de personalidad. Las tendencias o grupos de respuesta, tales como conformidad, deseabilidad social, cautela excesiva y rigurosidad, también influyen en la validez de la calificación. De particular interés son los grupos de respuesta de conformidad (la tendencia a estar de acuerdo más que en desacuerdo cuando se duda) y de deseabilidad social (la tendencia a responder de una manera que sea más aceptable para la sociedad). Como con las mentiras de que se es bueno o se es malo, en algunos inventarios se han elaborado claves especiales de calificación para detectar o compensar esos grupos de respuesta. Por lo general, las calificaciones de una persona en esas escalas de validez se inspeccionan antes de evaluar las calificaciones en otras escalas (de contenido o de diagnóstico). Debido a que las calificaciones en las escalas de validez no por necesidad revelan la impostura y los grupos de respuesta, es mejor usar los inventarios de personalidad como auxiliares en la toma de decisiones sólo cuando los individuos no tengan nada que perder al responder de manera cuidadosa y con veracidad y no tengan nada que ganar al no hacerlo de esa manera.

Normas, confiabilidad y validez
Las calificaciones en los inventarios de personalidad se interpretan, por lo regular, con referencia aun conjunto de normas basadas en las respuestas de grupos seleccionados de personas. Dado que las muestras de estandarización con frecuencia son bastante pequeñas y quizá no representativas dela población (objetivo) a la que se pretende llegar, las normas deben interpretarse con cautela. Además, las calificaciones y normas obtenidas en algunos inventarios de personalidad, sobre todo en los que están conformados por reactivos que tienen un formato de elección forzada, son ipsativas. Esto significa que la calificación de una persona en una escala es afectada por sus calificaciones en las escalas restantes. Las calificaciones ipsativas se compensan entre sí, por lo que las calificaciones de una persona en todas las escalas no pueden ser en la misma dirección (alta o baja). Esto vuelve difícil comparar las calificaciones de personas diferentes en una escala o variable en particular.

El hecho de que los factores situacionales regularmente influyen más en las calificaciones de las variables afectivas que en las de las variables cognoscitivas, ocasiona que las medidas de la personalidad sean más inestables que las medidas de capacidad. Junto con las dificultades para definir las características de la personalidad y diseñar medidas aceptables de éstas, la inestabilidad delas mediciones de la personalidad casi siempre da como resultado que esas medidas tengan menor confiabilidad que las calificaciones obtenidas en pruebas de habilidad o de aprovechamiento.

Además de la confiabilidad modesta, los inventarios de personalidad también tienen validez limitada. La simulación y los grupos de respuesta contribuyen a la baja validez de muchos inventarios usados en el diagnóstico y la clasificación clínicos. Otro factor que afecta la validez de los inventarios de personalidad es la susceptibilidad de los usuarios a creer que grupos de reactivos (escalas) con nombre similar miden la misma variable. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando las calificaciones de la escala de ansiedad o depresión en un inventario tienen sólo correlaciones modestas con escalas de nombre similar en otro inventario. Por otro lado, una correlación elevada entre calificaciones en las escalas de dos inventarios diferentes puede ser ilusoria, porque el método para responder a las dos escalas es similar, independientemente del contenido.

INVENTARIOS DE SÍNTOMAS Y DE UN SOLO CONSTRUCTO
Si bien es indudable que la gente ha evaluado la personalidad de los otros desde los albores dela historia humana, los principios formales de la evaluación de la personalidad se remontan apenas al inicio del siglo XX. El primer inventario de alguna importancia, la Hoja de Datos Persona-les, se elaboró durante la Primera Guerra Mundial por R. S. Woodworth para detectar trastornos emocionales entre los reclutas del ejército estadounidense. Este instrumento de una sola calificación consistía en 116 preguntas de sí-no relacionadas con temores anormales, obsesiones,compulsiones, tics, pesadillas y otros sentimientos y conductas. Cuatro reactivos ilustrativos dela Hoja de Datos Personales son:
¿Se siente triste y abatido la mayor parte del tiempo?
¿A menudo se asusta a la mitad de la noche?
¿Considera que se ha lastimado al tener muchas relaciones con mujeres?
¿Alguna vez ha perdido la memoria por algún tiempo? (DuBois, 1970, pp. 160-163.)

Otro de los primeros inventarios de personalidad calificados en una sola variable fue el Estudio de Reacción A-S, un instrumento de opción múltiple diseñado por G. W. y F. H. Allport en 1928 para medir la disposición a ser dominante o sumiso en las relaciones sociales cotidianas.

En la actualidad se dispone de muchos inventarios de una sola calificación o un solo constructo. Algunos ejemplos de los constructos psicológicos que los inventarios han sido diseñados para medir son altruismo, ira, ansiedad, depresión, desesperanza, hostilidad, toma de riesgos, autoconcepto, autoestima, búsqueda de sensaciones y estrés. Entre las medidas de un solo constructo más populares se encuentran los inventarios de Beck y varias medidas del autoconcepto y la autoestima.

Inventarios de Beck
Los cuatro instrumentos de este grupo son el Inventario de Ansiedad de Beck, el Inventario de Depresión de Beck, la Escala de Desesperanza de Beck y la Escala de Ideación Suicida de Beck(por A. T. Beck; Psychological Corporation). Los cuatro inventarios han recibido revisiones favorables con respecto a su contenido, administración y calificación (Carlson, 1998; Dowd, 1998; Fernandez, 1998; Hanes, 1998; Stewart, 1998; Waller, 1998a, b). Estos inventarios constan de 20 a 21 reactivos y pueden completarse en 5 a 10 minutos. El Inventario de Depresión de Beck (B-DI) y su revisión, BDI-II (Beck y Steer, 1993), son los más populares y, de hecho, se encuentran entre los inventarios de personalidad más exhaustivamente investigados. Los 21 conjuntos de reactivos en el BDI-II, los cuales fueron escritos de acuerdo con las directrices del DSM-IV para el diagnóstico de la depresión, fueron diseñados para evaluar la intensidad de la depresión en personas normales y pacientes psiquiátricos. Los reactivos están compuestos por cuatro afirmaciones arregladas en orden de gravedad creciente con respecto a un síntoma particular de la depresión, concentrándose en los síntomas presentes durante las dos semanas previas a la evaluación. Es posible determinar calificaciones separadas en las dos subescalas (cognoscitiva-afectiva y somática-desempeño), así como una calificación total. Por lo que atañe a las clasificaciones por calificación total se tiene: de 0 a 9 se clasifica como “normal”, de 10 a 18 como “depresión de leve a moderada”, de 19 a 29 como “depresión de moderada a severa”, y de 30 y más como “depresión extremadamente severa”. Las confiabilidades por consistencia interna (coeficiente alfa) delas calificaciones totales son de hasta .92. En el manual y en los resultados de cientos de estudios conducidos con estos instrumentos se presenta evidencia a favor de la validez del BDI y el BDI-II, incluyendo altas correlaciones con las calificaciones clínicas de la depresión.
La Escala de Desesperanza de Beck (BHS), la cual consta de 20 reactivos, tiene un forma-to similar al Inventario de Beck de la Depresión. Se diseñó para medir tres aspectos importantes de la desesperanza: los sentimientos acerca del futuro, la falta de motivación y las expectativas.

Las calificaciones de la BHS tienen una correlación moderada con las de la BDI, pero se considera que el primer instrumento permite una mejor predicción de la intención suicida y la conducta que el último. Las confiabilidades por consistencia interna presentadas en el manual de la BHS de 1988 son razonablemente altas (.82 a .93 en siete grupos de normas). Sin embargo, los coeficientes de confiabilidad test-retest son muy modestos (.69 después de una semana y .66 después de seis semanas). Al revisar la BHS, Dowd (1992) concluyó que es “un instrumento bien elaborado y validado, con una adecuada confiabilidad” (p. 82). La revisión que hizo Owen (1992) de la BHS también fue positiva, aunque menos entusiasta que la de Dowd.

Las otras dos escalas de Beck de formato similar al BDI y la BHS son el Inventario de Ansiedad de Beck BAI) y la Escala de Ideación Suicida de Beck (BSS). Al igual que las otras esca-las de Beck, estos nuevos instrumentos fueron diseñados para adultos de 17 a 80 años y pueden encontrarse en inglés y en español. El BAI fue diseñado para medir la gravedad de la ansiedad en adolescentes y adultos y se ha encontrado que discrimina entre grupos de diagnóstico ansiosos y no ansiosos. Los grupos ansiosos incluían a pacientes con agorafobia, trastorno de angustia, fobia social, trastorno obsesivo-compulsivo y ansiedad generalizada. La BSS fue diseñada para evaluar pensamientos y actitudes suicidas y, por ende, para identificar a individuos en riesgo de cometer suicidio. Las confiabilidades por consistencia interna del BAI y el BSI son altas,pero las confiabilidades test-retest son más modestas. Los estudios de la validez clínica de los dos instrumentos se presentan en los manuales del BAI (Beck, 1990) y el BSI (Beck, 1991).

Autoconcepto y autoestima
El autoconcepto, el cual consiste en la forma en que una persona se ve a sí misma, depende de las comparaciones que hace la persona de sus características físicas, capacidades y temperamento con las de otros individuos. El autoconcepto incluye también las actitudes, aspiraciones y roles sociales de la persona. Mientras que el autoconcepto se refiere a las ideas o creencias que un individuo tiene acerca de sí mismo, la autoestima consiste en la forma en que el yo es evaluado por la persona. La gente puede llegar a evaluarse de manera elevada (alta autoestima) o baja (baja autoestima).Las clasificaciones Q, las cuales fueron analizadas en el capítulo 16, son medidas del autoconcepto basadas en una técnica de calificación o clasificación. Entre las medidas más anti-guas del autoconcepto y la autoestima que todavía se encuentran en el mercado están los Inventarios Coopersmith de Autoestima (Consulting Psychologists Press), la Escala Piers-Harrisde Autoconcepto para Niños (Western Psychological Services) y la Escala de Autoconcepto deTennessee (Western Psychological Services). Otros inventarios populares de autoconcepto y autoestima son Autoestima Académica Conductual (Consulting Psychologists Press), Dimensiones del Autoconcepto (EdITS), Escala de Autoconcepto del Estudiante (American Guidance Service) e Índice de Autoestima (pro.ed).

Inventarios para el diagnóstico de un trastorno específico
Ansiedad, depresión, hostilidad y muchas otras condiciones mencionadas arriba son sintomáticas de varios trastornos psicológicos, y es posible aplicar inventarios para evaluar esos síntomas con propósitos de diagnóstico. Además, se dispone de inventarios diseñados para identificar o diagnosticar un trastorno específico. Existen inventarios para alcoholismo, personalidad antisocial, personalidad limítrofe, agotamiento, trastornos alimentarios, neuroticismo, pánico, agorafobia, personalidad psicopática, fobia social, abuso de sustancias, trauma y otras condiciones psicopatológicas. Muchos de esos inventarios arrojan calificaciones múltiples, pero el énfasis permanece en un solo trastorno o síndrome.

Entre los inventarios que se concentran en un trastorno específico llaman en particular la atención los que tienen que ver con anorexia, bulimia y otros trastornos alimenticios. De esos instrumentos, los más populares e investigados son el Inventario de Alimentación (Psychological Corporation) y el Inventario de Trastornos Alimenticios (Psychological Assessment Resour-ces). La segunda edición del último instrumento, el Inventario de Trastornos Alimenticios-2(EDI-2), se diseñó para evaluar una amplia gama de rasgos psicológicos de los trastornos alimenticios, como la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa, en pacientes tan jóvenes como de 11 años. Consta de 91 reactivos de elección forzada (64 reactivos originales más 27 adicionales),cada uno de los cuales es calificado por la persona (de 12 años en adelante) en una escala de seis puntos que va de “siempre” a “nunca”. Las respuestas son calificadas en ocho subescalas originales (Pulsión por la Delgadez, Ineficacia, Insatisfacción con el Cuerpo, Desconfianza Interpersonal, Bulimia, Perfeccionismo, Madurez, Temor, y Conciencia Interoceptiva) y en tres subescalas provisionales (Regulación de Impulsos, Inseguridad Social y Ascetismo). Sin embargo, las correlaciones positivas significativas entre la mayoría de las escalas muestran que no representan dimensiones independientes. La mayoría de las correlaciones de las escalas de la EDI-2 con las calificaciones en varios inventarios de personalidad y calificaciones de clínicos son modestas pero significativas. En el manual también se describen casos de muestra y algunas investigaciones. A partir de esos datos, puede concluirse de manera tentativa que la EDI-2 es una herramienta de detección clínica y una medida de resultado útil, así como un auxiliar valioso para los juicios clínicos que atañen a pacientes con trastornos alimentarios. Ha recibido revisiones favorables como herramienta clínica para tratar con la anorexia nerviosa, la bulimia y otros trastornos alimentarios (por ejemplo, Ash, 1995; Schinke, 1995).

INVENTARIOS DE CONTENIDO VALIDADO Y CALIFICACIÓN MÚLTIPLE
El primer inventario de ajuste de calificación múltiple, o multifásico, fue el Inventario de Personalidad de Bernreuter (1931). Constaba de 125 reactivos que debían responderse con sí, no o? por estudiantes de preparatoria, universitarios u otros adultos. Al asignar diferentes pesos numéricos a diferentes reactivos, el Bernreuter se calificaba en seis variables: Tendencia Neurótica, Autosuficiencia, Introversión-Extroversión, Dominio-Sumisión, Sociabilidad y Confianza.

Desde 1930 se han publicado muchos otros inventarios de personalidad de calificación múltiple. Los procedimientos estadísticos de análisis factorial y de codificación de criterio complementan el procedimiento lógico-racional de seleccionar reactivos sobre la base de la validez de contenido. Los diseñadores de ciertos inventarios han aplicado una combinación de dichos procedimientos. Sin embargo, por conveniencia, aquí se describirán los inventarios de personalidad ilustrativos bajo tres encabezados separados: de contenido validado, basados en el análisis factorial y con criterios codificados.

Los reactivos en los inventarios de contenido validado eran seleccionados porque al diseñador (o diseñadores) de la prueba le parecía que medían ciertos rasgos o características de personalidad consideradas importantes. Un ejemplo de un antiguo inventario de este tipo es la Escala de Preferencias Personales de Edwards (por A. L. Edwards; Psychological Corporation), el cual se basa en la teoría de personalidad de necesidad-presión de Henry Murray. Debido a que se interesa en el razonamiento y a menudo es guiado por una teoría de la personalidad más que por pruebas empíricas y de estadística, el enfoque de contenido validado en ocasiones ha sido conocido como un método “racional” o “a priori” para la elaboración de instrumentos. Dos ejemplos de inventarios de contenido validado que se basan, al menos hasta cierto grado, en una teoría de la personalidad son el Indicador de Tipos Psicológicos de Myers-Briggs y el Formato de Investigación de Personalidad.

Indicador de Tipos Psicológicos de Myers-Briggs
El Indicador de Tipos Psicológicos de Myers-Briggs (MBTI) (por K. C. Briggs e I. B. Myers; Consulting Psychologists Press) está compuesto por una serie de reactivos de dos opciones con-cernientes a las preferencias o inclinaciones en los sentimientos y la conducta. Existen cuatro formas (G, F, K y J) que contienen de 126 a 290 reactivos por forma. Basado en la teoría de los tipos de personalidad de Carl Jung, el MBTI se califica en cuatro escalas bipolares: Introversión-Extroversión (I-E), Sensación-Intuición (S-N), Pensamiento-Sentimiento (T-F) y Juicio-Percepción (J-P). Las combinaciones de calificaciones en esas cuatro categorías de dos partes dan como resultado 16 tipos de personalidad posibles. De este modo, un tipo ENFP es una persona cuyos modos predominantes son: Extrovertido, Intuición, Sentimiento y Percepción; mientras que un tipo ISTJ es una persona cuyos modos predominantes son: Introvertido, Sensación, Pensamiento y Juicio. Por desgracia, el hecho de que no se proporcionan medidas de la actitud a la presentación de la prueba puede conducir a errores en el diagnóstico y la detección con el MBTI.

En el manual del MBTI se proporcionan normas de rangos percentilares, basadas en pequeñas muestras de estudiantes de preparatoria y universidad, para las cuatro calificaciones indicadoras (Myers y McCaulley, 1985). Se informa que las confiabilidades de división por mitades de los cuatro indicadores se encuentran entre .70 y .80, y también se describe una serie de estudios de validez a pequeña escala. Aunque muchos psicólogos no ven de manera favorable la conceptualización de la personalidad en términos de tipos, en Consulting Psychologists Press puede encontrarse una colección impresionante de materiales sobre el Indicador de Tipos de Myers-Briggs. Tales materiales incluyen varias guías de interpretación, libros y materiales para talleres. Los perfiles de calificaciones y varios tipos de informes pueden prepararse por medio de una computadora, y también se dispone de otros recursos y servicios para los usuarios.

Formato de Investigación de Personalidad
Basada en gran medida en la teoría de los rasgos de personalidad de Henry Murray y centrada en áreas del funcionamiento normal más que de la psicopatología, el Formato de Investigación de Personalidad (PRF) (por D. N. Jackson, Sigma Assessment Systems) es un conjunto de cinco escalas de verdadero-falso diseñadas para administrarse desde el sexto grado hasta la adultez. Cada una de las 15 escalas en las formas A y B y las 22 escalas de las formas AA, BB y E constan de 20 reactivos de verdadero-falso. Además de las escalas de contenido, todas las formas se califican en una Escala de Infrecuencia que consta de reactivos que rara vez se marcan. Las formas AA, BB y E también se califican en una Escala de Deseabilidad Social.

El PRF fue estandarizado en 1,000 universitarios y 1,000 universitarias. Los coeficientes de confiabilidad por consistencia interna y test-retest para las calificaciones en las 14 escalas de con-tenido común a las cinco formas se agrupan en alrededor de .80, pero las confiabilidades de las seis escalas de contenido adicionales en las formas AA, BB y E se encuentran en los .50. Los coeficientes de validez obtenidos al correlacionar las escalas de contenido con las calificaciones de conducta y una forma de calificación de rasgos elaborada especialmente se encuentran en los .50. En el manual se presenta evidencia a favor de la validez convergente y discriminante de la PRF, que utiliza calificaciones de los compañeros y datos de cientos de estudios.

INVENTARIOS SOMETIDOS A ANÁLISIS FACTORIAL
La meta común de los investigadores que aplican técnicas de análisis factorial al análisis de la personalidad ha sido aislar un número relativamente pequeño de factores o rasgos de personalidad que puedan explicar las variaciones en las calificaciones de diferentes inventarios y construir luego una medida de cada factor. La primera aplicación publicada del análisis factorial al estudio dela personalidad fue realizada por Webb (1915), quien formó grupos de estudiantes varones para calificar 40 cualidades que ellos consideraran tenían “una fuerza general y fundamental sobre la personalidad total”. El desarrollo subsecuente de las técnicas de análisis factorial durante las dé-cadas de 1930 y 1940 llevó a la elaboración de inventarios multifactoriales de personalidad por L.L. Thurstone, J. P. Guilford, R. B. Cattell, H. Eysenck y otros psicólogos. Algunos ejemplos de esos primeros inventarios basados en factores son el Inventario de Factores STDCR, el Programa de Temperamento de Thurstone y el Estudio de Temperamento de Guilford-Zimmerman.

Cuestionario de 16 Factores de la Personalidad
La serie más amplia de inventarios basados en factores para evaluar la personalidad en niños y adultos fue diseñada por R. B. Cattell y publicada por el Instituto para la Personalidad y las Pruebas de Habilidad. Cattell comenzó su investigación de la personalidad con una lista de alrededor de 18,000 adjetivos descriptivos de la personalidad que Allport y Odbert (1936) habían recopilado de los diccionarios. Al combinar los términos que tenían significados similares, la lista fue reducida primero a 4,500 rasgos “reales” y luego a 171 nombres de rasgos; un análisis factorial subsecuente de las calificaciones obtenidas en esas dimensiones de rasgo produjo 31 rasgos superficiales y 12 rasgos fuente de personalidad. Cattell desarrolló una serie de medidas de esos rasgos y de otros cuatro que aisló en su trabajo posterior, pero su producto principal fue el Cuestionario de 16 Factores de la Personalidad (16 PF).

La quinta edición del 16 PF consta de 185 reactivos de tres opciones, incluyendo de 10 a15 reactivos por cada una de las 16 escalas de factores primarios (Russell y Karol, 1994). Los reactivos en la quinta edición del 16 PF reflejan el uso moderno del lenguaje y se les analizó para detectar ambigüedad, así como sesgos de género, raza y cultura. La legibilidad global de este inventario se encuentra al nivel del quinto grado y el tiempo total de completamiento del examen es de 35 a 50 minutos. Además de los 16 factores primarios, el 16 PF puede ser calificado, amano o por computadora, en tres índices de validez y cinco calificaciones globales (factores de segundo orden). Estos índices (Manejo de Impresiones, Infrecuencia y Conformidad) proporcionan una verificación preliminar sobre la validez de las respuestas.

El resumen o reporte de calificaciones del 16 PF generado por computadora contiene interpretaciones narrativas de los índices de validez, las calificaciones globales, funcionamiento cognoscitivo y perceptual, estilo interpersonal, relaciones íntimas, consideraciones ocupacionales, dinámicas de personalidad y aspectos terapéuticos y de orientación. Los datos normativos para el 16 PF se basan en el censo estadounidense de 1990 y se dispone de normas combinadas de género. Además de la mejoría en la elaboración y las normas, las escalas de la quinta edición del 16 PF tienen confiabilidades mayores que las de ediciones previas. Las confiabilidades por consistencia interna van de .64 a .85, con un promedio de .74; las confiabilidades test-retest promedian alrededor de .80 luego de un intervalo de dos semanas y .70 luego de dos meses.

A principios del 2002 se dispuso de normas actualizadas para la quinta edición del cuestionario 16 PF. Esas normas se basan en las respuestas de adultos en una muestra estratificada para igualar las cifras del censo del 2000 de la población general de Estados Unidos.

Inventario de la personalidad adulta
Relacionado con el 16 PF está el Inventario de Personalidad para Adultos (API) (por S. F. Krug;MetriTech; también vea Krug, 1999), el cual, junto con el Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota (MMPI) y el Inventario de Evaluación de la Personalidad (PAI), recibió el mayor número de citas de investigación de la personalidad durante los pasados seis años. El API es un inventario de autorreporte de 324 reactivos para evaluar la personalidad en adultos normales y puede ser calificado en 21 escalas de contenido y cuatro escalas de validez. Las escalas de contenido constan de siete características de personalidad (extrovertido, ajustado, realista, independiente, disciplinado, creativo y emprendedor), ocho estilos interpersonales (preocupado, adaptado, aislado, sumiso, despreocupado, no conformista, sociable y asertivo) y seis factores de estilo de vida o de carrera (práctico, científico, estético, social, competitivo y estructurado).

El API fue estandarizado en 1,000 adultos y se dispone de normas separadas para hombres y mujeres. Sin embargo, se ha criticado a las normas por ser poco representativas (D’Amato,1995). La información sobre la confiabilidad y validez de constructo que se presenta en el manuales muy limitada. Los coeficientes de confiabilidad por consistencia interna y test-retest promedian alrededor de .75. A pesar de esas desventajas, el API ha sido utilizado en varios contextos de orientación y personal. La disponibilidad de un software de computadora para el Perfil de Carreras ha contribuido a la popularidad de este inventario entre los profesionales e investigadores.

Cuestionario de Personalidad de Eysenck
El Cuestionario de Personalidad de Eysenck (EPQ) (por H. Eysenck; EdITS), una revisión del Inventario de Personalidad de Eysenck y del Inventario de Personalidad Junior de Eysenck, representa un concepto más moderado de la personalidad que el que se refleja en los inventarios de Cattell. Dos inventarios anteriores diseñados por Eysenck, el Inventario de Personalidad Maudsley y el Inventario de Personalidad de Eysenck, se calificaban en las dimensiones de neuroticismo (N) y extroversión (contra introversión) (E) que surgieron de su investigación analítico-factorial. Al elaborar el EPQ se agregaron una medida del psicoticismo (P) y una escala de mentiras (L).
El EPQ tiene un rango de edad amplio (de los siete años a la adultez) y sólo se necesitan de 10 a 15 minutos para completarlo. Las confiabilidades test-retest de las escalas N, E, P y L del EPQ van de .78 a .80 luego de un intervalo de un mes; los coeficientes de consistencia interna están entre .70 y .80. Las normas de las dos formas (A y B), basadas en universitarios y adultos estadounidenses, son apropiadas para individuos de 16 años en adelante. Las normas en el EPQ Junior fueron obtenidas de muestras de niños de 7 a 15 años de edad. El EPQ y sus predecesores han sido muy utilizados en la investigación de la personalidad, aunque con menos frecuencia en los contextos clínicos y otros contextos aplicados. Eysenck (1965, 1981) utilizó calificaciones de los factores E y N en particular para predecir cómo reaccionaría la gente en ciertas situaciones experimentales. También relacionó los patrones de personalidad con el tipo corporal.

Perspectiva sobre el análisis factorial
Muchos otros inventarios de personalidad han sido elaborados usando los métodos del análisis factorial. Sin embargo, independientemente de la complejidad matemática de esos métodos, la mayoría de los psicómetras no cree que el análisis factorial identifique dimensiones “verdaderas” o “reales” de la personalidad. Lo que revela son consistencias internas y diferencias entre los reactivos de la prueba y las escalas, aclarando así las relaciones entre los constructos o variables de personalidad.

Debido a que la validez relacionada con el criterio de los inventarios de personalidad elaborados mediante análisis factorial tiende a ser baja o desconocida, esos inventarios son, por lo general, menos útiles que los instrumentos de contenido validado y con criterios codificados para formular predicciones conductuales y tomar decisiones en la clínica y otros contextos psicológicos aplicados. No obstante, muchos psicólogos encuentran atractiva la aplicación del análisis factorial a la elaboración de inventarios de personalidad y a la investigación básica sobre la naturaleza de la personalidad humana. Existe un acuerdo bastante general de que muchos inventarios de personalidad miden al menos los factores de extroversión-introversión y neuroticismo (emocionalidad) descritos por Eysenck. Además, la evidencia a favor del modelo de cinco factores de personalidad es impresionante. Goldberg (1980) designó esos cinco factores como extroversión o surgencia, agradabilidad, escrupulosidad, estabilidad emocional y cultura; Costa y McRae(1986) definieron los cinco factores de personalidad, los cuales parecen ser muy consistentes entre varios grupos de personas y situaciones distintas, de la siguiente manera:
Neuroticismo: Preocupado contra tranquilo, inseguro contra seguro, autocompasivo contra autosatisfecho.
Extroversión: Sociable contra recluido, amante de la diversión contra solemne, afectuoso contra reservado.
Apertura: Imaginativo contra realista, preferencia por la variedad contra preferencia por la rutina, independiente contra conformista.
Agradabilidad: Bondadoso contra despiadado, confiado contra suspicaz, útil contra poco cooperativo.
Escrupulosidad: Bien organizado contra desorganizado, cuidadoso contra descuidado,autodisciplinado contra carente de voluntad.

Inventario NEO de Personalidad
El Inventario NEO de Personalidad, revisado (NEO-PI-R) y una versión abreviada, el Inventario NEO de Cinco Factores (NEO-FFI) (por P. T. Costa, Jr., y R. R. McCrae; Psychological Assessment Resources), se basan en el modelo de cinco factores descrito líneas arriba. Cada una delas dos formas (R y S) del NEO-PI-R consta de 240 reactivos que deben ser calificados en una escala de cinco puntos y requieren aproximadamente 30 minutos para completarse. El NEO-FFI consta de 60 reactivos y sólo se lleva de 10 a 15 minutos completarlo. Tanto el NEO-PI-R como el NEO-FFI se califican en los tres dominios (factores) N-E-O: Neuroticismo (N), Extroversión (E) y Apertura a la Experiencia (O), además de Agradabilidad (A) y Escrupulosidad (C). Cada uno de estos cinco dominios se subdivide además en seis facetas calificables de la siguiente manera:
Neuroticismo: Ansiedad, hostilidad, depresión, conciencia de sí mismo, impulsividad, vulnerabilidad.
Extroversión: Calidez, carácter gregario, asertividad, actividad, búsqueda de sensaciones, emociones positivas.
Apertura a la experiencia: Fantasía, estética, sentimiento, acciones, ideas, valores.
Agradabilidad: Confianza, modestia, condescendencia, altruismo, sinceridad, idealismo.
Escrupulosidad: Competencia, autodisciplina, esfuerzo por el logro, cumplimiento delos deberes, orden, deliberación.

Los coeficientes de confiabilidad por consistencia interna de las calificaciones en las escalas de dominio van de .86 a .95 para el NEO-PI-R y de .68 a .86 para el NEO-FFI. Los coeficientes de consistencia interna para las escalas de facetas del NEO-PI-R van de .56 a .90. Las confiabilidades test-retest calculadas luego de un periodo de seis meses van de .86 a .91 para las escalas de dominio y de .56 a .90 para las escalas de facetas. La evidencia a favor de la validez de esos inventarios es algo escasa, pero en el manual se informa de correlaciones con otros inventarios de personalidad, calificaciones de expertos y calificaciones de pruebas de frases incompletas.

INVENTARIO MULTIFÁSICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA
Al igual que el Inventario de Intereses de Strong, los inventarios de personalidad con codificación de criterios están compuestos por reactivos o escalas que diferencian entre dos o más grupos de criterios. Uno de los primeros instrumentos de este tipo fue el Estudio de Reacción A-S,el cual constaba de reactivos que diferenciaban entre grupos de personas que habían sido calificadas por sus compañeros como dominantes o sumisas. Sin embargo, el inventario de personalidad con codificación de criterios más famoso es el Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota (MMPI).

Descripción del MMPI
La primera edición del MMPI fue diseñada a principios de la década de 1940 por S. R. Hathawayy J. C. McKinley para evaluar características de personalidad que indican una anormalidad psicológica en los adultos. Aunque en gran medida ha sido reemplazado por una segunda edición(MMPI-2), el diseño, la validación y el uso del MMPI original proporcionaron un antecedente y directrices para otros inventarios de personalidad desarrollados mediante el enfoque empírico.

Las 550 afirmaciones del MMPI, las cuales se responden con sí, no o no podría decirlo, se interesan en las actitudes, emociones, perturbaciones motrices, síntomas psicosomáticos y otros sentimientos y conductas reportadas que son indicadores de problemas psiquiátricos. Cada una de las nueve escalas sobre las cuales se califica el MMPI consta de reactivos que fueron respondidos de manera diferente por pacientes psiquiátricos en un grupo especificado de diagnóstico y por un grupo control de gente normal. En la tabla 17.1 se describen las nueve escalas clínicas, junto con la escala Si (introversión social) y las cuatro escalas de validez (?, L, F, K). Mucha sescalas especiales (por ejemplo, proclividad a los accidentes, ansiedad, fortaleza del Yo, originalidad) fueron desarrolladas a partir del grupo de reactivos del MMPI durante el curso de miles de investigaciones conducidas a lo largo de medio siglo.

TABLA 17.1 Descripción de las escalas de validez y clínicas del MMPI original
Escalas de validez (actitud hacia la presentación de la prueba)
? (No podría decirlo) Número de reactivos que se dejan sin responder.
L (Mentira) Quince reactivos de autorreporte demasiado bueno, como “Sonrío a todos los que encuentro”. (Respondido como Verdadero.)
F (Frecuencia o infrecuencia) Sesenta y cuatro reactivos respondidos en la dirección calificada por 10% o menos delas personas normales, como “Hay una conspiración internacional en mi contra”. (Verdadero)
K (Corrección)Treinta reactivos que reflejan una posición defensiva al admitir problemas, como “Me siento mal cuando otros me critican”. (Falso)

Escalas clínicas
1 o Hs (Hipocondriasis)Treinta y tres reactivos derivados de pacientes que muestran una preocupación anormal por las funciones corporales, como “Tengo dolores en el pecho varias veces a la semana”. (Verdadero)
2 o D (Depresión) Sesenta reactivos derivados de pacientes que muestran un pesimismo extremo, sentimientos de desesperanza y aletargamiento del pensamiento y la acción, como “Por lo regular siento que la vida es interesante y valiosa”.(Falso)
3 o Hy (Histeria de conversión) Sesenta reactivos de pacientes neuróticos que utilizan síntomas físicos o mentales como una forma de evitación inconsciente de los conflictos y las responsabilidades, como “Con frecuencia mi corazón late tan fuerte que puedo sentirlo”. (Verdadero)
4 o Pd (Desviación psicopática) Cincuenta reactivos de pacientes que muestran un descuido repetido y flagrante por las costumbres sociales, una superficialidad emocional y una incapacidad para aprender de las experiencias de castigo,como “Mis actividades e intereses a menudo son criticados por los demás”. (Verdadero)
5 o Mf (Masculinidad-Feminidad) Sesenta reactivos de pacientes que muestran homoerotismo y reactivos que diferencian entre hombres y mujeres, como “Me gusta arreglar las flores”. (Verdadero, calificado para feminidad)
6 o Pa (Paranoia) Cuarenta reactivos de pacientes que muestran suspicacia anormal y delirios de grandeza o persecución, como “Hay personas malvadas que tratan de influir mi mente”. (Verdadero)
7 o Pt (Psicastenia) Cuarenta y ocho reactivos basados en pacientes neuróticos que muestran obsesiones, compulsiones,temores anormales, culpa e indecisión, como “Guardo todo lo que compro incluso después de que no lo uso”. (Verdadero)
8 o Sc (Esquizofrenia) Sesenta y ocho reactivos de pacientes que muestran conducta o pensamientos extraños o inusuales, quienes se aíslan con frecuencia y experimentan delirios o alucinaciones, como “Las cosas a mi alrededor no parecen reales” (Verdadero); y “Me hace sentir incómodo tener gente cerca de mi”. (Verdadero)
9 o Ma (Hipomanía) Cuarenta y seis reactivos de pacientes caracterizados por excitación emocional, actividad excesiva y vuelo de ideas, como “En ocasiones me siento muy alto o muy bajo sin razón aparente”. (Verdadero)
0 o Si (Introversión social) Setenta reactivos de personas que muestran timidez, poco interés en la gente e inseguridad, como “Paso el tiempo de mi vida en fiestas”.

Fuente: Tomado de Sundberg (1977). Los reactivos citados son reactivos simulados del MMPI. Los nombres y abreviaturas de las escalas del MMPIson del Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota. Derechos reservados © por los Miembros del Directorio de la Universidad de Minnesota, 1942, 1943, 1951, 1967 (renovado en 1970, 1989). Reproducido con autorización de University of Minnesota Press. (“Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota” y “MMPI” son marcas registradas propiedad de la Universidad de Minnesota, Minneapolis, Minnesota.)

Antes de intentar interpretar las calificaciones en las escalas clínicas o especiales del MM-PI, deben inspeccionarse las calificaciones en las cuatro escalas de validez. La primera de éstas,la puntuación cruda de la pregunta (?), es el número total de reactivos que el examinado respondió con “no podría decirlo” o que no respondió. Una calificación alta de la pregunta se interpreta como una posición defensiva al responder. La puntuación cruda a Mentira (L o fingir para verse bien) es el número de reactivos respondidos de tal manera que uno se coloca bajo una luz más favorable, mientras que la calificación a infrecuencia (F o fingir para verse mal) es el número de reactivos que se responden de tal manera que uno se coloca bajo una luz menos favorable. La gente a menudo miente para verse bien a fin de obtener algo placentero, mientras que miente para verse mal a fin de evitar algo desagradable, como ir a prisión, al servicio militar u otras consecuencias desagradables.

La calificación K, una fracción de la cual se aplica como factor de corrección a las puntuaciones crudas en las escalas clínicas 1, 4, 7, 8 y 9, es una medida de la crítica o generosidad excesivas al evaluarse uno mismo. Quienes califican alto en la escala K tienden a negar las insuficiencias y deficiencias personales en autocontrol; quienes califican bajo están dispuestos a decir cosas que son socialmente indeseables acerca de sí mismos.

El MMPI revisado
En la década de 1980 se realizó una revisión del MMPI por las siguientes razones: proporcionar normas nuevas y actualizadas; ampliar la base de reactivos con contenido no representado en la versión original; revisar y replantear el lenguaje de algunos de los reactivos existentes que eran anticuados, inconvenientes o sexistas, y proporcionar formas separadas del inventario para adultos y adolescentes. Los 550 reactivos del MMPI original fueron conservados en las versiones revisadas para adultos y adolescentes, pero 14% de ellos fue cambiado por contener un lenguaje anticuado o expresiones inconvenientes. Se omitieron las palabras o frases que eran más características de la década de 1940 (tranvía, polvo para dormir, dejar caer el pañuelo, etc.) y se hicieron otras modificaciones para actualizar las afirmaciones (por ejemplo, “Me gusta tomar un baño” se convirtió en “Me gusta tomar un baño o una ducha”). Al igual que en la forma original,en el MMPI revisado los reactivos se escribieron al nivel de sexto grado. La versión para adultos (MMPI-2) contenía 154 reactivos experimentales nuevos diseñados para evaluar ciertas áreas de la psicopatología (como trastornos alimenticios, personalidad tipo A y abuso de drogas) que no estaban bien representadas en el MMPI original. La versión para adolescentes (MMPI-A) contenía 104 reactivos nuevos que se referían de manera específica a problemas de los adolescentes. Además, se corrigió la tendencia a que adolescentes normales que pasan por un estado temporal de confusión califiquen como los psicópatas adultos en el MMPI original.
Diseñado para adecuarse a usos tanto no clínicos como clínicos, el MMPI-2 consta de 567 preguntas de verdadero-falso escritas a nivel de octavo grado y se lleva alrededor de 90 minutos para responderse. Las cuatro escalas de validez y las diez escalas clínicas básicas se califican a partir de los primeros 370 reactivos, mientras que las escalas complementarias de contenido e investigación se califican del reactivo 371 al 567 (vea la tabla 17.2).

El MMPI-2 se califica en las mismas escalas clínicas que el MMPI, pero las calificaciones T para ocho escalas clínicas y otras escalas (de contenido) se han uniformado. Las calificaciones T uniformes se determinaron porque, debido a las diferencias en las distribuciones de calificación,las calificaciones T tradicionales en las diferentes escalas no eran estrictamente comparables. Esas diferencias fueron eliminadas al uniformar las calificaciones T las cuales, a diferencia de las calificaciones T normalizadas, conservan la forma general de las distribuciones de calificación cruda.

TABLA 17.2 Escalas del MMPI-2

Para proporcionar una muestra más representativa de los estadounidenses adultos que sus predecesores, el MMPI-2 fue estandarizado en 1,138 varones y 1,462 mujeres (de 18 a 90 años de edad) residentes de Estados Unidos. La muestra de estandarización fue seleccionada de acuerdo con los datos del censo de 1980, sobre la base de la distribución geográfica, la composición étnica y racial, los niveles de edad y educación y el estado civil. Los datos de confiabilidad presentados en el manual del MMPI-2 (Hathaway y McKinley, 1989) se basan en muestras relativamente pequeñas (82 hombres y 111 mujeres); los coeficientes test-retest para las calificaciones en las escalas básicas van de .58 a .92. Algunos de los coeficientes de confiabilidad bajos, junto con los considerables errores estándar de medición, indican que las diferencias en las calificaciones en las diversas escalas deben interpretarse con cautela.

Interpretación de los perfiles del MMPI-2
La figura 17.1 es un perfil de las calificaciones obtenidas en el MMPI-2 por un hombre de negocios de 60 años de edad descrito en el informe 17.1. Aunque un perfil general alto en las escalas clínicas sugiere problemas psicológicos graves, una calificación T alta en una determinada escala clínica no por fuerza es indicativa del trastorno con el que se etiqueta a la escala. Por ésta y otras razones, las escalas clínicas son identificadas por sus designaciones numéricas. En lugar de basarse en una sola calificación, un diagnóstico psiquiátrico o análisis de la personalidad se elabora sobre la base del patrón mostrado por todo el grupo de calificaciones.

FIGURA 17.1 Perfil de muestra de las calificaciones en el MMPI-2. Vea el informe 17.1

Informe 17.1 Informe interpretativo de las calificaciones dadas en el perfil del MMPI-2 en la figura 17.
El señor A fue visto en un servicio médico de consulta externa porque se quejaba de una serie de dolores y molestias abdominales. Es un hombre de negocios de sesenta años, blanco, casado, con dos años de universidad. Se pudo encontrar poca evidencia de una base orgánica para sus quejas, y fue canalizado para recibir evaluación psicológica.

En la figura 17.1 se muestra el perfil que obtuvo en el MMPI-2; el código es 12-67039/845/LK:F. Todos los indicadores tradicionales de validez están por debajo de la media y sugieren que fue muy cooperativo en la prueba. No hay evidencia de posición defensiva o de intención de distorsionar la presentación de sí mismo en el inventario. Sus calificaciones L y K cayeron en los rangos que elevan la posibilidad de que estuviera simulando deliberadamente un mal ajuste, pero su calificación en la escala F no indica que esto sea verdad. Los correlatos de esos indicadores de validez sugieren que este hombre es abierto y convencional, es probable que exponga sus problemas, pero no se encuentra inmerso en una crisis emocional grave.

En la escala 1, su calificación clínica más alta, obtuvo una calificación T de 66. Una calificación en el rango elevado de esta escala sugiere que es más bien egocéntrico y exigente, pesimista y fatalista en su visión del futuro, y propenso a sobre actuar ante cualquier problema real. Es probable que el señor Atenga en el futuro numerosas molestias físicas que se manifestarán en diferentes partes del cuerpo.
Su segunda calificación más alta es en la escala 2 y cae en el rango moderado. Esta calificación también sugiere que es pesimista y desalentado acerca del futuro. Está insatisfecho consigo mismo o con el mundo, se preocupa y es malhumorado. Aunque de temperamento introvertido, es un individuo responsable y modesto.

Otras tres calificaciones caen dentro del rango moderado; las escalas 6, 7 y 0. Estas calificaciones también caracterizan al señor A como responsable, trabajador y reservado.Los individuos con los perfiles 12/21 muestran una reacción exagerada a los trastornos físicos; son propensos a la fatiga y a menudo son tímidos, irritables, aislados y deprimidos. El dolor visceral, la preocupación excesiva por las funciones del cuerpo y la carencia de introspección son rasgos destacados.

El análisis escala por escala del perfil de esta persona pone de relieve algunas tendencias hipocondríacas y depresivas en un hombre introvertido, malhumorado y trabajador. Las características del código tipo están presentes pero sólo en un grado moderado, como era de esperar para las elevaciones del perfil de esta magnitud.

Estas caracterizaciones surgen en la información de los antecedentes del señor A. Se casó a la edad de 25 años con su esposa actual; no han tenido dificultades matrimoniales. Sin embargo, la señora A dejó recientemente su trabajo, lo que dio como resultado una disminución en el ingreso familiar. Tienen un hijo de 25 años que vive fuera de la casa.

El señor A ha consultado a su médico familiar con mucha frecuencia en el último año y en los últimos meses ha hecho tres visitas a la clínica de consulta externa de la Administración de Veteranos. Además de sus problemas abdominales, el señor A ha tenido problemas de sueño, quejas de fatiga crónica, pérdida del interés en el sexo y temores recurrentes de muerte.También presenta una pérdida considerable de peso y ha tenido dificultades para concentrarse en el trabajo. Los sedantes no han sido de ayuda. La impresión diagnóstica actual es que el señor A sufre de distimia (depresión moderada) con rasgos hipocondríacos.

Se han elaborado varios sistemas para codificar los perfiles de calificación en el MMPI,de los cuales los más populares son los de Hathaway y Welsh. El proceso de codificación comienza con el ordenamiento de las designaciones numéricas de las nueve escalas clínicas y la escala de Introversión Social (Escala 0), de izquierda a derecha, en orden descendente de sus calificaciones T. La realización de este proceso de ordenamiento para las calificaciones perfila-das en la figura 17.1 da por resultado 1267039845. Ambos sistemas de codificación de perfiles de Hathaway y Welsh requieren que se coloque un apóstrofo (´) después del número de la última escala que tiene una calificación T de 70 o más, y un guión (-) después del número de la última escala que tiene una calificación T de 60 o más. Las designaciones numéricas de las escalas que tienen valores de calificación T dentro de un punto entre sí se subrayan, y las calificaciones en las escalas L, F y K se colocan después del código del perfil. El código Welsh completo para el perfil en la figura 17.1 es 12-670 39/845/LK:F.

Al interpretar un perfil del MMPI o del MMPI-2 se brinda especial atención a las escalas que tienen calificaciones T elevadas (por encima de 65 o 70). Se considera que la escala 2 es una medida de depresión, y que la escala 7 es una medida de ansiedad, tensión o alerta ante un peligro desconocido. Como la depresión y la ansiedad son síntomas comunes de trastorno mental, los pacientes psiquiátricos tienen, por lo general, calificaciones elevadas en la escala 2, la escala 7 o en ambas. Calificaciones altas en las escalas 2 y 7 señalan una combinación de ansiedad y depresión. Otros patrones de altas calificaciones indican otros síntomas. Por ejemplo, calificaciones altas en las escalas 4 y 9 sugieren impulsividad, baja tolerancia a la frustración, rebeldía y agresión hostil.Las calificaciones elevadas en las escalas 6 y 8 indican aislamiento, apatía y delirios paranoides.

En las escalas clínicas del MMPI algunos términos especiales han sido asociados con ciertos patrones de calificaciones altas. Las escalas 1, 2 y 3 se conocen como la tríada neurótica porque las personas con altas calificaciones en esas escalas a menudo tienen problemas psiconeuróticos. Cuan-do las calificaciones T en esas tres escalas están por encima de 70, pero la escala 2 es más baja que las escalas 1 y 3, la configuración se conoce como una conversión V y se asocia con un diagnóstico de histeria de conversión. En el otro extremo del perfil, las escalas 6, 7, 8 y 9 se conocen como la tétrada psicótica debido a su asociación con los problemas psicóticos. Una configuración en la cual las calificaciones T en las escalas 6 a 9 estén por encima de 70, pero las calificaciones T en las escalas 7 y 9 sean menores que en las escalas 6 y 8, se conoce como un valle paranoide y sugiere un diagnóstico de esquizofrenia paranoide.

Interpretación de pruebas con base en una computadora
Con base en un conjunto de reglas establecidas para el análisis de configuraciones o patrones de calificaciones del MMPI y el MMPI-2, se ha desarrollado una serie de programas de cómputo interpretativos. A pesar de la aparente experiencia y credibilidad de muchas interpretaciones basadas en la computadora, debe tenerse cuidado de no mecanizar en exceso el proceso de interpretación de perfiles. Al igual que las personas, las computadoras cometen errores, pero podemos estar inclinados a confiar más en las últimas que en las primeras.

Los primeros programas para la interpretación de pruebas basados en la computadora(CBTI) se desarrollaron a principios de la década de 1960 en la Clínica Mayo, el Instituto de la Vida de Hartford y la Universidad de Alabama (Glueck y Reznikoff, 1965; Rome et al., 1962;Swenson y Pearson, 1964). Estos programas fueron diseñados para calificar, perfilar e interpretar las respuestas al MMPI que habían sido registradas a mano sobre hojas de respuesta de registro óptico. Más tarde, Fowler (1966-1976) desarrolló un programa más complejo para la interpretación automatizada del MMPI. Hacia mediados de la década de 1970, Johnson y Williams (1975) habían diseñado un sistema de interpretación de pruebas a gran escala basado en la computadora para los pacientes del Hospital de la Administración de Veteranos en la ciudad de Salt Lake. En 1977 se tuvo acceso a un sistema en línea mejorado de interpretación del MM-PI para usar con microcomputadoras.

En la actualidad se dispone comercialmente de cientos de programas y servicios CBTI, incluyendo programas que califican e interpretan los resultados de pruebas de habilidades cognoscitivas, funcionamiento neuropsicológico y personalidad. Por ejemplo, el informe 17.1 fue generado por un programa desarrollado para la interpretación del MMPI-2. Muchas compañías proporcionan servicios de interpretación e informe computarizado de las pruebas, así como hardware y software para la examinación basada en computadora.

Los programas que generan informes CBTI representan ya sea una destilación de la experiencia clínica o un conglomerado de las relaciones estadísticas entre lo que la gente reporta en un inventario de personalidad u otro instrumento psicométrico y la forma en que se comporta en realidad. En el enfoque clínico, el programa de diagnóstico imita, en esencia, los juicios clínicos de personas expertas en elaborar diagnósticos psicológicos. En el enfoque estadístico, o actuarial, las afirmaciones interpretativas reportadas se basan en diferencias significativas entre las respuestas de dos grupos contrastantes de personas, aquellos que fueron asignados de manera independiente a un grupo de diagnóstico y los asignados a otro.

Sea que el programa siga el enfoque clínico más popular o el enfoque estadístico-actuarial ,la dificultad de las reglas o los algoritmos usados para generar informes CBTI fluctúa desde (1) un procedimiento simple en el cual una calificación o un rango de calificación dados se conectan a un conjunto de párrafos interpretativos breves, hasta (2) un complejo conjunto de reglas de decisión si-entonces donde un patrón particular de subcalificaciones conduce a una afirmación interpretativa determinada. Sin embargo, incluso las interpretaciones más complejas no son, por lo regular, tan individualizadas como las elaboradas de manera impresionista por un clínico o psicólogo orientador. Los algoritmos y árboles de decisión seguidos en varios programas CBTI que resultan en los mismos datos producen el mismo conjunto de afirmaciones verbales. El lector de un informe semejante puede quedar impresionado por su aura científica, pero también puede encontrar que las afirmaciones de interpretación son demasiado largas y repetitivas. Murphy y Davids-hofer (1994) sugieren que entre más diga un informe CBTI acerca de una persona, menosprobable es que sea verdad.

La mayoría de los programas CBTI están diseñados para tomar en consideración la edad,el género y otra información demográfica acerca del examinado, pero ningún programa considera todos sus atributos personales. En consecuencia, los examinadores psicológicos complementan, por lo regular, la información basada en la computadora con afirmaciones interpretativas adicionales producto de sus propias observaciones y experiencias. Los informes CBTI no son un sustituto adecuado del juicio clínico, y los clínicos capacitados deberían revisarlos y tal vez afinarlos con información obtenida de otras fuentes. Sin embargo, adornar o alterar de cualquier manera una interpretación basada en la computadora no debe hacerse de manera rutinaria, sino sólo por buenas y apremiantes razones.

OTROS INVENTARIOS DE PERSONALIDAD ADECUADOS AL CRITERIO
Al igual que la escala Stanford-Binet en la evaluación de la inteligencia, el MMPI ha sido un instrumento fuente para otros inventarios de personalidad. Uno de estos sucesores fue el Inventario de Asesoramiento de Minnesota (MCI); otro fue el Inventario Psicológico de California (CPP).

Inventario Psicológico de California
De los muchos inventarios con validez empírica similares al MMPI para individuos normales, el más popular y extensamente investigado es el Inventario Psicológico de California (CPI). Diseñado por Harrison Gough, la mitad de las 480 afirmaciones de verdadero-falso en la versión original de este inventario de características de personalidad de adolescentes y adultos fueron tomadas del MMPI y la mitad restante eran nuevas. A diferencia de las escalas clínicas del MM-PI, las cuales se relacionan sobre todo con el desajuste y los trastornos psiquiátricos, las escalas del CPI evalúan aspectos más positivos y normales de la personalidad.

Escalas del CPI. El CPI original se calificó para las escalas marcadas con asterisco (*) que se presentan en la tabla 17.3, tres de las cuales, Bienestar, Buena impresión y Comunalidad, son escalas de validez. Las primeras dos escalas de validez fueron elaboradas a partir de reactivos que la gente normal tiende a responder de cierta manera cuando se le pide que simule para verse mal (Bienestar) o para verse bien (Buena impresión), mientras que la calificación de Comunalidades sólo un recuento de las respuestas muy populares. 11 de las 15 escalas restantes, como las del MMPI, fueron seleccionadas comparando las respuestas de diferentes grupos de personas; en las otras cuatro escalas (Presencia Social, Aceptación de sí mismo, Autocontrol y Flexibilidad) se validó el contenido.

TABLA 17.3 Escalas populares y especiales del Inventario Psicológico de California, tercera edición

CPITM tercera edición. La primera revisión del CPI incluía 462 reactivos que se retuvieron o replantearon de la versión original del CPI con 480 reactivos; una tercera edición subsecuente contenía 434 de esos reactivos (Gough y Bradley, 1996). La tercera edición revisada del CPITM,se califica en 20 escalas populares que constan de las 18 escalas originales del CPI más Empatía e Independencia (vea la tabla 17.3). También se califica en tres escalas de vectores y 13 escalas de propósitos especiales, cinco de los cuales se presentan en la tabla 17.3. Las tres escalas de vectores representan un modelo teórico que contiene tres temas principales: papel, carácter y competencia. El primero de los tres vectores (v. 1) mide el tema del papel, u orientación interpersonal –(interior contra exterior) la presentación interpersonal del yo inherente en las escalas de capacidad para Estatus, Dominio, Aceptación de sí mismo, Sociabilidad y Presencia social–. Elsegundo vector (v. 2) mide el tema del carácter (favorece la norma contra cuestiona la norma), el cual involucra valores interpersonales del tipo evaluado por las escalas de Responsabilidad, Socialización y Autocontrol. El tercer vector (v. 3) mide el tema de la competencia o realización; éste constituye una combinación de calificaciones en las escalas de Logro por medio de la conformidad, Logro por medio de la independencia, Eficiencia intelectual, Bienestar y Tolerancia. Las calificaciones de los tres vectores no están correlacionadas, pero tienen una relación significativa con las calificaciones dadas en las escalas de concepto popular.

Las calificaciones en v. 1 y v. 2 se clasificaron por separado para producir una tipología cuádruple: alfa, beta, gama y delta. Los alfa están orientados hacia el exterior y favorecen las normas; los beta están orientados hacia el interior y favorecen las normas; los gama están orientados hacia el exterior y dudan de las normas; los delta están orientados hacia el interior y dudan de las normas. Los alfa son descritos como “ambiciosos, asertivos, emprendedores, sociables y buscadores del yo”; los beta son “cautelosos, conservadores, convencionales, moderados y modestos”; los gama son “audaces, listos, voluntariosos, progresistas y rebeldes”; los delta son“preocupados, tranquilos, reservados, sensibles e inquietos”.

La tercera escala estructural (v. 3) se divide en siete niveles de competencia. El nivel 1 se describe como integración pobre con poca o ninguna realización del potencial positivo del tipo; el nivel 4 es descrito como integración promedio del ego con realización moderada del potencial positivo del tipo; el nivel 7 es descrito como “integración superior del ego con buena realización del potencial positivo del tipo” (siendo el tipo alfa, beta, gama o delta). Las descripciones de los niveles 2 y 3 se encuentran entre las de los niveles 1 y 4, y las descripciones de los niveles 5 y 6 se encuentran entre las de los niveles 4 y 7. La combinación de las calificaciones en v. 1, v. 2 y v. 3 da por resultado un total de 4 tipos ? 7 niveles = 28 diferentes configuraciones de personalidad.

El editor Consulting Psychologists Press ha enfatizado los usos del CPI en la identificación y el desarrollo de empleados y líderes exitosos, la creación de organizaciones eficientes y productivas, y la promoción de equipos de trabajo. Al parecer, la tipología cuádruple descrita líneas arriba es un rasgo atractivo del inventario entre los usuarios en la industria y otras organizaciones.

Inventario de Personalidad para Niños
Debido a que la mayoría de los niños tiene una baja comprensión de lectura, los inventarios de autorreporte son menos confiables y menos válidos cuando se usan con ellos. Aunque existen numerosos inventarios en donde los niños se califican a sí mismos, los instrumentos en que los adultos califican a los niños a menudo son más válidos. Un ejemplo es el Inventario de Personalidad para Niños, segunda edición (PIC-2) (por D. Lachar y C. P. Gruber; Western Psychological Services; vea Lachar, 1999). El PIC-2, que consta de 275 reactivos de verdadero-falso concernientes a la conducta del niño, puede ser completado en 40 minutos por uno de los padres, a menudo lo hace la madre u otra persona que se encargue del cuidado del niño. Las respuestas son calificadas en tres escalas de validez de respuesta (Inconsistencia, Simulación, Defensividad) y nueve escalas de ajuste (Deterioro cognoscitivo, Delincuencia, Disfunción familiar, Impulsividad y tendencia a la distracción, Incomodidad psicológica, Distorsión de la realidad,Déficit en las habilidades sociales, Aislamiento social, Preocupación somática). Cada una de las escalas de ajuste se califica en dos o tres subescalas.

Una versión más breve del PIC-2, el Resumen conductual, puede utilizarse para la detección, investigación o supervisión de cambios en el comportamiento. Consta de los primeros 96 reactivos y se califica en ocho escalas de ajuste. Otros dos instrumentos en la familia PIC-2 son el Inventario de Personalidad para los Jóvenes (PIY), un inventario de autorreporte para niños(del grado 4 al 12), y el Estudio de la Conducta del Estudiante (SBS), una escala para calificar al niño que es completada por los maestros.
El PIC-2 fue estandarizado en 2,306 padres de niños en los grados K a 12 en 23 escuelas urbanas, rurales y suburbanas en 12 estados. Se obtuvieron datos adicionales en una muestra de 1,551 padres cuyos hijos habían sido canalizados para recibir intervención educativa o clínica.

Inventario Multiaxial Clínico de Millon
El Inventario Multiaxial Clínico de Millon-III (MCMI-III) fue diseñado para evaluar los trastornos de personalidad y síndromes clínicos relacionados con el DSM-IV y fue coordinado con la teoría de la personalidad de Theodore Millon (Millon, Millon y Davis, 1994). Al revisar el MC-MI-II para producir el MCMI-III, 95 de los 175 reactivos se volvieron a redactar o se reemplazaron para obtener una alineación más cercana con el DSM-IV. De las 24 escalas de diagnóstico del MCMI-III, 14 son escalas de patrón de personalidad que se coordinan con los trastornos del Eje II del DSM-IV, y 10 son escalas de síndromes clínicos asociados con trastornos en el Eje I del DSM-IV. Además, hay tres índices de modificación y un índice de validez para detectar las respuestas descuidadas, confusas o aleatorias (vea la tabla 17.4).

TABLA 17.4 Escalas del MCMI-III

El MCMI-III puede aplicarse a adultos (de 18 años en adelante) en aproximadamente 25 minutos en situaciones clínicas donde se evalúa a la gente para detectar dificultades emociona-les, conductuales o personales. Las calificaciones crudas de las diversas escalas son ponderadas y convertidas a calificaciones de tasa base, las cuales toman en consideración la incidencia de una característica o un trastorno particular en la población general. Al determinar la ocurrencia de un trastorno o rasgo particular de personalidad en una población específica, las calificacion escrudas pueden transformarse para maximizar la razón del número de clasificaciones correctas(positivos válidos) con el número de clasificaciones incorrectas (falsos positivos).

Además de las calificaciones en el MCMI-III, NCS Assessments proporciona un informe narrativo orientado al tratamiento que incluye afirmaciones sobre la validez de las respuestas,interpretaciones para los trastornos del Eje I y el Eje II del DSM-IV, comentarios acerca de las respuestas dignas de atención dadas por los examinados, diagnósticos multiaxiales paralelos al DSM-IV e implicaciones terapéuticas. Una sección sumaria del informe reseña la gravedad delos síntomas y proporciona una breve descripción de indicaciones en los Ejes I y II del DSM-IV y consideraciones relacionadas de tratamiento.

El manual del MCMI-III describe datos de estandarización de varias muestras (Millon, Millon y Davis, 1994). La muestra normativa constó de 1,000 hombres y mujeres que representaban una amplia variedad de diagnósticos psiquiátricos. Las confiabilidades promedio test-retest y por consistencia interna de las escalas del MCMI-III son muy buenas para un inventario de personalidad. Los coeficientes alfa van de .66 a .89 para las escalas de personalidad y de .71 a .90 para las de síndrome clínico; las confiabilidades test-retest van de .84 a .96 para las escalas de síndrome clínico.

Inventario Básico de la Personalidad
El Formato de Investigación de Personalidad, descrita antes en este capítulo, y su sucesor, el Inventario de Personalidad de Jackson, fueron diseñados para evaluar personalidades normales. La orientación de otro instrumento de evaluación de la personalidad diseñado por D. N. Jackson y sus colaboradores, el Inventario Básico de la Personalidad (BPI) (por D. N. Jackson; Sigma Assessment Systems), es algo diferente. Se pretendía que el BPI se utilizara con poblaciones clínicas y normales para identificar fuentes de desajuste y fortalezas personales en jóvenes y adultos.Consta de 240 reactivos de verdadero-falso escritos a nivel de quinto grado y puede responderse en alrededor de 35 minutos. Las respuestas se califican en 12 escalas básicas: Alienación, Ansiedad, Negación, Depresión, Desviación, Hipocondriasis, Expresión de impulsos, Problemas interpersonales, Ideas persecutorias, Automenosprecio, Introversión social y Trastorno del pensamiento.

La orientación del BPI hacia el desajuste lo ha vuelto más aplicable en la práctica psicológica, psiquiátrica y de consejería en instalaciones correccionales para jóvenes y adultos y en otros contextos organizacionales interesados en los trastornos de comportamiento o conductuales. El manual proporciona perfiles separados para grupos de pacientes psiquiátricos con síntomas que van desde anorexia hasta conducta suicida y alucinaciones (Jackson et al., 1989). Las normas usadas para los perfiles de adultos descritos en el manual se obtuvieron a partir de encuestas por correo o entrevistas de 709 hombres y 710 mujeres seleccionados al azar de los directorios telefónicos y los registros de votantes en Estados Unidos y Canadá. Las confiabilidades por consistencia interna y test-retest de las escalas del BPI van de moderadas a altas en las muestras clínicas y no clínicas (Holden, Fekken, Reddon, Helmes y Jackson, 1988; Jackson et al., 1989). La información sobre la validez del BPI no es tan adecuada como podríamos desear, pero el inventario parece ser prometedor para el uso clínico en los campos de la psicología de la salud y la delincuencia juvenil en particular.

Inventario de Evaluación de la Personalidad
El Inventario de Evaluación de la Personalidad (PAI) (por L. C. Morey; Psychological Assessment Resources; vea Morey, 1999) es similar al BPI en que confía en una estrategia combinadaracional-empírica para el desarrollo de instrumentos. Este inventario de autorreporte consta de 344 reactivos de cuatro puntos (F = Falso, Nada cierto; LC = Ligeramente Cierto; PC = Principalmente Cierto; MC = Muy Cierto) escritos a nivel de cuarto grado. Como una alternativa multidimensional al MMPI, el PAI fue diseñado para proporcionar información relevante para los diagnósticos clínicos, planes de tratamiento y detección de psicopatología en adultos de 18 años en adelante. Puede calificarse en cuatro escalas de validez (Inconsistencia, Infrecuencia, Impresión negativa, Impresión positiva), 11 escalas clínicas (Quejas somáticas, Ansiedad, Trastornos relacionados con la ansiedad, Depresión, Manía, Paranoia, Esquizofrenia, Rasgos limítrofes,Rasgos antisociales, Problemas con el alcohol, Problemas con las drogas), cinco escalas de trata-miento (Agresión, Ideación suicida, Estrés, Falta de apoyo, Rechazo al tratamiento), y dos escalas interpersonales (Dominio, Calidez). Diez escalas se subdividen en 31 escalas conceptual mente distintas.

Las normas estadounidenses para el PAI se basan en una muestra normativa de adultos estadounidenses de 18 años en adelante, estratificados por género, raza y edad de acuerdo con las proyecciones del censo estadounidense de 1995. También se dispone de normas en muestras grandes de pacientes clínicos adultos y estudiantes universitarios, y en muestras de otros países y culturas.
Las revisiones del PAI han sido, por lo general, positivas (Boyle, 1995; Kavan, 1995;White, 1996), y se ha conducido una cantidad considerable de investigación con dicho instrumento en diversos grupos, particularmente en contextos clínicos y forenses (por ejemplo, Edens,Hart, Johnson, Johnson y Olver, 2000; Hays, 1997; Rogers, Ustad y Salekin, 1998; Wang et al.,1997). El número de citas de investigación del PAI en Psyc INFO desde 1995 ha sido más alto que para cualquier otro inventario de personalidad excepto el MMPI-2. De acuerdo con el resumen de Piotrowski (2000) de los hallazgos de la investigación, el PAI se encuentra entre las pruebas objetivas de personalidad usadas con mayor frecuencia en la práctica y el entrenamiento clínico.

RESUMEN
Desde que la Hoja de Datos Personales de Woodworth hizo su aparición durante la Primera Guerra Mundial, se han elaborado numerosos inventarios de una sola calificación y de calificación múltiple. Esos inventarios miden la posición de la persona en ciertas variables de ajuste, temperamento, rasgo o psiquiátricas. Los reactivos y las escalas en algunos inventarios de personalidad se basan en un marco de referencia racional o teórico. La selección de reactivos y la calificación de otros inventarios se determinan a partir de los resultados del análisis factorial o de estudios empíricos de la capacidad de los reactivos para diferenciar entre varios grupos criterio.

Ejemplos de inventarios basados en una teoría de la personalidad son la Escala de Preferencias Personales de Edwards, el Indicador de Tipos Psicológicos de Myers-Briggs y el Formato de Investigación de la Personalidad. Entre los inventarios basados en los resultados del análisis factorial se encuentran el Estudio de Temperamento de Guilford-Zimmerman, el Cuestionario de 16 Factores de Personalidad, el Inventario de Personalidad para Adultos, el Cuestionario de Personalidad de Eysenck, el Inventario NEO de Personalidad y el Inventario NEO de Cinco Factores.

El inventario de personalidad más famoso, y sobre el cual se ha conducido la mayor cantidad de investigación, es el Inventario Multifásico de Personalidad de Minnesota (MMPI). ElMMPI, un inventario con criterio codificado, fue diseñado para diferenciar entre varios grupos de diagnóstico en nueve escalas clínicas analizando las diferencias en las respuestas de gente normal y de pacientes con diagnósticos psiquiátricos específicos. El MMPI puede ser calificado también en muchas otras escalas, incluyendo las escalas de validación (?, L, F, K). Las escalas de validación en el MMPI y en otros inventarios de personalidad se califican para determinar silos reactivos han sido respondidos de manera apropiada y para ajustar calificaciones en las calificaciones de contenido por simulación y grupos de respuesta. En 1986 se publicó una versión revisada y reestandarizada del MMPI, el MMPI-2.

La interpretación de las pruebas basada en la computadora, la cual empezó con el trabajo en la Clínica Mayo a principios de la década de 1960 con la calificación interpretativa del MM-PI, se ha extendido para incluir la calificación e interpretación de docenas de instrumentos cognoscitivos y afectivos por cientos de organizaciones comerciales.

El procedimiento de codificación de criterio con el cual se elaboró el MMPI también fue empleado al preparar el Inventario Psicológico de California, el Inventario de Personalidad para Niños y otros instrumentos relacionados. Otros inventarios de personalidad notables diseñados sobre la base de codificación de criterio, así como por la teoría y procedimientos psicométricos complejos, incluyen al Inventario Multiaxial Clínico de Millon-III, el Inventario Básico de Personalidad y el Inventario de Evaluación de la Personalidad.

PREGUNTAS Y ACTIVIDADES
1. Escriba cinco reactivos de verdadero-falso, concernientes a características de personalidad, que usted piense serían respondidos como “verdadero” más a menudo por simuladores que por no simula-dores. Luego escriba cinco reactivos que usted crea serían respondidos como “falso” más a menudo por simuladores que por no simuladores.

2. Arregle las cosas para presentar el Indicador de Tipos de Myers-Briggs, el Inventario Psicológico de California u otro inventario de personalidad y haga que sus puntuaciones sean interpretadas por una persona calificada. ¿Sus calificaciones son consistentes con su propia evaluación de su personalidad? ¿Qué críticas del inventario puede ofrecer?

3. Mencione y describa tres inventarios de personalidad diseñados de acuerdo con cada una de las siguientes estrategias: validación de contenido, análisis factorial, codificación de criterio.

4. Elabore un inventario de autoconcepto de diez reactivos usando un formato de verdadero-falso. En cinco de las afirmaciones la respuesta codificada debe ser “verdadero” y en las otras cinco afirmaciones debe ser “falso”. Aplique su inventario de autoconcepto a varios estudiantes y calcule sus calificaciones totales (de 0 a 10) de acuerdo con el número de respuestas dadas en la dirección codificada. ¿En general, las respuestas fueron bajas o altas? ¿Qué tan variables fueron? ¿Qué evidencia existe con respecto a la confiabilidad y validez de su inventario de autoconcepto?

5. Complete la Escala de calificación de personalidad de cinco variables en el formato 16.3 (página 375) y califique sus respuestas de acuerdo con el siguiente procedimiento.
Las fórmulas de calificación para las cinco variables son:
Agradabilidad = 5 + reactivo 12 + reactivo 15 – reactivo 8
Escrupulosidad = 13 – reactivo 3 + reactivo 5 – reactivo 13
Extroversión = 13 – reactivo 1 – reactivo 7 + reactivo 11
Neuroticismo = 13 + reactivo 2 – reactivo 9 – reactivo 14
Apertura = reactivo 4 + reactivo 6 + reactivo 10 – 3
Ordene sus calificaciones en las cinco escalas de este inventario. ¿Son sus calificaciones más alta y más baja congruentes con la evaluación subjetiva de sus características de personalidad?

6. Haga copias múltiples del siguiente inventario de personalidad y aplíquelo a varias personas.Instrucciones: Por cada afirmación encierre en un círculo el número que indique qué tan cierta es en relación con usted.
Imagen de la pregunta 6 en la carpeta.
Calificación: Para todos los reactivos, excepto los números 2, 4, 5 y 10, la calificación es simplemente el número encerrado en un círculo; para los reactivos 2, 4, 5 y 10, invierta los números antes de calificar (1 = 5, 2 = 4, 3 = 3, 4 = 2, 5 = 1). Sume las calificaciones en los reactivos 1 a 5 para obtener un índice de sociabilidad; sume las calificaciones en los reactivos 6 a 10 para obtener un índice de nivel de actividad; sume las calificaciones en los reactivos 11 a 15 para obtener un índice de emocionalidad. Interprete sus calificaciones y las de las otras personas a quienes aplicó el inventario con respecto a las siguientes normas. Estas normas constituyen los rangos dentro de los cuales 68% de las muestras de estudiantes de ambos sexos de una gran universidad calificaron en las tres escalas.

7. ¿Cuáles son las diferencias entre inventarios de personalidad, escalas de calificación y listas de verificación en términos de sus usos, formato, calificación y cualidades psicométricas?

8. En los años recientes ha existido una gran discusión en la literatura psicológica concerniente a la variable de optimismo-pesimismo. Trate de elaborar un inventario de optimismo-pesimismo que conste de diez reactivos. Cinco reactivos deberán estar redactados en una dirección positiva (optimista) y los otros cinco en una dirección negativa (pesimista). Usando cualquier formato de res-puesta que desee y las instrucciones apropiadas, denomine a su inventario: “Cuestionario de actitudes”. Mecanografíe su inventario en un solo lado de una hoja de papel, haga varias copias y aplíquelas al mismo número de personas. Obtenga comentarios sobre su inventario de los examinados y de otras personas, y haga los cambios necesarios en la redacción o el formato.