Parte Segunda. 5. Extinción

— ¿En qué consiste el principio de extinción?
— ¿Qué ocurre durante un incremento de respuesta asociado a la extinción?
— ¿En qué se diferencia la extinción después de un reforzamiento positivo y de un reforzamiento negativo?
— ¿Cuál es un error común al aplicar extinción?
— ¿Qué factores influyen en la extinción?

Tal y como hemos visto en el capítulo 4, el reforzamiento es responsable de la adquisición y el mantenimiento de la conducta operante. Este capítulo trata de la extinción, un proceso que debilita la conducta operante. Consideremos los dos ejemplos siguientes.
Todos los lunes, miércoles y viernes, Rita va a su clase de modificación de conducta a las 8:00 horas. Justo antes de cada clase se detiene en la máquina de café, pone un euro, pulsa el botón y recibe su café. Un día se acerca a la máquina, pone el dinero y presiona el botón, pero no pasa nada. Vuelve a pulsar el botón y no pasa nada. Pulsa el botón cada vez con más fuerza, pero la máquina sigue sin dispensar el café. Finalmente, se da por vencida y se va a clase sin su café. Durante una semana no saca café de la máquina y pasados esos días lo vuelve a intentar. Continúa sucediendo lo mismo, sigue sin salir el café. Desde entonces, no compra más el café de la máquina, sino que pasa por una cafetería que está de camino a la facultad y lo compra allí.
Cada noche, cuando Gregorio llega a casa después del trabajo entra a su edificio por la salida de emergencia porque la puerta está más cerca de su apartamento y no tiene que caminar todo el trayecto hasta la puerta principal. La administradora del edificio no quiere que la gente utilice esa puerta salvo en casos de emergencia, por lo que le instala un nuevo candado. Ese día, cuando Gregorio llega a casa tras el trabajo, gira el pomo de la puerta, pero ésta no se abre. Gira el pomo nuevamente y no pasa nada. Comienza a girar el pomo cada vez con más fuerza, pero continúa todo igual. Finalmente, se detiene y camina hasta la puerta principal. Gregorio intenta abrir la puerta dos días seguidos más cuando regresa del trabajo, pero continúa sin poder abrirla. Finalmente, desiste y deja de intentar entrar por la puerta de emergencia.

Respuesta
Gregorio gira el pomo de la puerta de salida de emergencia.
Consecuencia
La puerta no se abre.
Resultado: en futuras ocasiones será menos probable que Gregorio trate de abrir la puerta de salida de emergencia.


Respuesta
Las rabietas del niño antes de acostarse.
Consecuencia
Los padres no prestan atención al niño.
Resultado: en futuras ocasiones el niño tendrá menos probabilidades de tener rabietas antes de acostarse.

1. DEFINICIÓN DE EXTINCIÓN
El principio básico de comportamiento que se ilustra en los ejemplos anteriores es la extinción. En cada ejemplo, un comportamiento que fue reforzado durante un período de tiempo deja de ser reforzado, y, por tanto, la conducta deja de ocurrir. El comportamiento de Rita de poner dinero en la máquina de café y pulsar el botón se vio reforzado por conseguir el café. El comportamiento de Gregorio de girar el pomo y abrir la puerta de emergencia se vio reforzado por entrar en el edificio desde un punto más cercano a su apartamento. Estos comportamientos se reforzaron de manera inmediata. Una vez que el reforzamiento se detuvo, Rita y Gregorio realizaron las conductas cada vez menos hasta que finalmente dejaron de hacerlas. La extinción es un principio básico de la conducta cuya definición conductual se cumple cuando se dan los siguientes elementos:
1. Un comportamiento ha sido previamente reforzado.
2. Ya no se producen las consecuencias que reforzaban las conductas.
3. Y, por tanto, la conducta deja de producirse en el futuro.

Mientras una conducta sea reforzada, al menos de forma intermitente, seguirá produciéndose. Si un comportamiento ya no es seguido por una consecuencia reforzante, la persona dejará de comportarse de esa manera. Cuando una conducta deja de producirse porque ya no está siendo reforzada, se dice que el comportamiento ha sido objeto de extinción o que el comportamiento ha sido extinguido.

Skinner (1938) y Ferster y Skinner (1957) demostraron el principio de extinción en animales de laboratorio. Cuando una paloma que ha sido reforzada por picotear una tecla en una cámara experimental deja de recibir comida como reforzador, la conducta de picoteo se detiene. Cuando la rata deja de recibir comida por presionar la palanca, la conducta de presionar la palanca disminuye poco a poco y desaparece.

Numerosas investigaciones han demostrado también el principio de extinción con el comportamiento humano (véase Lerman y Iwata, 1996). Williams (1959) en uno de los primeros estudios sobre el uso de extinción en la disminución de los problemas de comportamiento humano, ilustra la eficacia de la extinción en la disminución de las rabietas nocturnas de un niño pequeño. Debido a que Williams había determinado que las rabietas del niño eran reforzadas por la atención de los padres, el procedimiento de extinción consistió en que los padres se abstuvieran de darle atención cuando su  hijo presentaba dicho comportamiento por las noches.

Respuesta
El niño se golpea la cabeza.
Consecuencia
No recibe la atención de los adultos.
Resultado: es menos probable que el niño se golpee en la cabeza porque la conducta ya no es reforzada por la atención de los adultos.

Numerosos estudios han demostrado la eficacia de la extinción para disminuir los problemas de comportamiento en niños y adultos (Ayllón y Mi- chael, 1959; Ducharme y van Houten, 1994; Holz, Azrin y Ayllón 1963; Lerman e Iwata, 1995; Mazaleski, Iwata, Vollmer, Zarcone y Smith, 1993; Neisworth y Moore, 1972; Rincover, 1978; Wright, Brown y Andrews, 1978). En cada uno de estos estudios, el reforzador de un problema fue eliminado o retirado, y el comportamiento disminuyó. Hasazi y Hasazi (1972) realizaron un estudio en el que se utilizó extinción para reducir los errores aritméticos de un niño de 8 años. Cada vez que el niño tenía que sumar dos dígitos (con dos respuestas) tenía problemas para resolverlos. El niño invertía los dígitos (por ejemplo, escribía 21 en lugar de 12 como respuesta a 7  +  5). Los investigadores determinaron que la atención proporcionada por el profesor a sus respuestas incorrectas reforzaban la conducta del niño de revertir las cifras. El procedimiento de extinción requirió que el profesor no le diera ningún tipo de atención a las respuestas incorrectas del niño y, además, el profesor tenía que felicitar al niño por sus respuestas correctas (reforzamiento diferencial, véase el capítulo 15 para una discusión más detallada). El comportamiento del niño de invertir los dígitos disminuyó radicalmente cuando el profesor comenzó a aplicar el procedimiento de extinción (figura 5.1). Este estudio es particularmente interesante porque muchos profesionales han considerado la inversión de dígitos como signo de un problema de aprendizaje, mientras que los autores demostraron que la inversión de dígitos en realidad era una conducta operante reforzada por la atención del maestro. En otro ejemplo, Lovaas y Simmons (1969) utilizaron extinción para reducir el comportamiento autolesivo de un niño con discapacidad intelectual. Consideraban que el comportamiento del niño de golpearse la cabeza estaba siendo reforzado por las consecuencias sociales (atención) de los adultos. La extinción haría disminuir los golpes que el niño se daba en la cabeza haciendo ver que a los demás no les llamaba la atención. Los resultados mostraron que la frecuencia de golpes en la cabeza se redujo de más de 2.500 veces, en un período de una hora, a cero veces por sesión. Se necesitaron diez sesiones de extinción para que la frecuencia de la conducta se redujera a cero.

Términos:
Hablar sobre la extinción con propiedad

Cuando hablamos sobre la extinción y sus efectos:
— Es correcto decir que has extinguido una conducta, pero NO es correcto decir que la conducta está «extinta».
— Es correcto decir que has puesto una conducta en extinción o bajo una contingencia de extinción, pero NO es correcto decir que has puesto a una persona en extinción o que has extinguido a una persona.

Figura 5.1.
—Este gráfico muestra el efecto de extinción en el comportamiento de un niño de 8 años de edad. El gráfico ilustra un diseño de reversión ABAB. Durante la lineabase, el comportamiento de hacer inversiones de dos dígitos en las respuestas a los problemas es reforzado por la atención del profesor. Cuando realizar las inversiones de dos dígitos ya no estaba siendo reforzado por la atención del profesor, la frecuencia de la conducta disminuyó notablemente (según Hasazi, J. E y Hasazi, S. E [1972]: Effects of teacher’s attention on digit reversal behavior in an elementary school child. Journal of Applied Behavior Analysis, 5, 157-162. Copyright © 1972 University of Kansas Press, reproducido con autorización de Joseph E. Hasazi y el editor).


2. INCREMENTO DE RESPUESTA ASOCIADO A LA EXTINCIÓN
Una de las características del proceso de extinción es que, una vez que el comportamiento ya no es reforzado, a menudo aumenta la frecuencia, la duración o la intensidad de ese comportamiento que se pretende eliminar antes de que disminuya y finalmente se detenga (Lerman y Iwata, 1995). En el primer ejemplo, cuando Rita no recibió su café, apretó el botón en la máquina de café en varias ocasiones (aumento de la frecuencia) y luego presionó el botón más y más fuerte (aumento de la intensidad), pero acabó abandonando. Cuando Gregorio intentó abrir la puerta de atrás de su edificio, para llegar más rápido a su casa, como no se abrió, tiró del pomo de la puerta varias veces (aumento de la frecuencia) y apretó el pomo con más fuerza (aumento de la intensidad), pero acabó abandonando. El aumento en la frecuencia, la duración o la intensidad de la conducta no reforzada durante el proceso de extinción se denomina incremento de respuesta asociado a la extinción. A continuación proponemos dos ejemplos.

Cuando Carlos presiona el botón de «encender» en el mando de su televisor y éste no se enciende (ya que las pilas no funcionan), vuelve a apretar el botón con más fuerza (mayor intensidad) y durante un tiempo más largo (mayor duración), pero al ver que no funciona y que lo que hace no tiene ningún efecto, se da por vencido. Su comportamiento de presionar el botón de «encender» no se está viendo reforzado por ver el televisor encendido, por tanto deja de intentarlo, pero no hasta que trata de presionar con fuerza (incremento de respuesta asociado a la extinción).

Amanda, una niña de 4 años, gritaba cada noche antes de irse a dormir durante 10-15 minutos. Cada vez que la niña tenía este comportamiento, sus padres acudían a su habitación para hablar con ella hasta que se durmiera. Al hacerlo, sus padres fueron accidentalmente reforzando su llanto. Después de hablar con el pediatra, los padres decidieron no ir a la habitación y no hablar con ella cuando lloraba antes de acostarse. La primera noche Amanda lloró durante 25 minutos antes de dormirse. Al final de la semana dejó de llorar al ir a dormirse. Cuando los padres dejaron de ir a su habitación cuando lloraba estaban aplicando extinción. El aumento de la duración del llanto la primera noche es un incremento de respuesta asociado a la extinción. La figura 5.2 muestra un gráfico con la duración de la conducta  de llanto de Amanda antes y después de que sus padres aplicaran extinción. El comportamiento aumentó brevemente poco después de que los padres comenzasen a aplicar el procedimiento, pero luego disminuyó hasta que, finalmente, se detuvo por completo.

Figura 5.2.— El gráfico muestra los datos hipotéticos sobre la duración del llanto durante la lineabase y la fase de extinción. En el primer día en el que se aplicó extinción, se produjo un incremento de respuesta asociado a la extinción: el comportamiento aumentó en duración. En los días posteriores, disminuyó y, finalmente, se detuvo.

Otra característica de este incremento de respuesta es que cuando un comportamiento ya no es reforzado pueden ocurrir comportamientos nuevos  (comportamientos que suelen producirse en una situación particular) durante un breve período de tiempo (Bijou, 1958; Lalli, Zanolli y Wohn, 1994). Por ejemplo, cuando los padres de Amanda ya no reforzaban su llanto por la noche, ella lloraba más y más fuerte (aumentando la duración e intensidad), pero también gritaba y golpeaba la almohada (nuevas conductas). En el primer ejemplo, Rita no sólo pulsó el botón de la máquina de café en varias ocasiones cuando el café no salía, sino que también presionó el botón del cambio de las monedas y movió la máquina (conductas nuevas, fi gura 5.3).

Figura 5.3.— Cuando Rita no recibe su café de la máquina expendedora, presiona el botón repetidas veces y zarandea la máquina. Éste es un ejemplo de un incremento de respuesta asociado a la extinción.

En ocasiones, suelen aparecer comportamientos nuevos durante el incremento de respuesta asociado a la extinción que pueden incluir respuestas de tipo emocional (Chance, 1988). Por ejemplo, Rita podría enfadarse y maldecir a la máquina de café o pegarle patadas. Azrin, Hutchinson y Hake (1966) manifestaron que el comportamiento agresivo con frecuencia se observa cuando se utiliza extinción. No es raro que los niños pequeños presenten respuestas emocionales cuando su comportamiento ya no es reforzado. El niño que quiere caramelos y se los niegan puede gritar y llorar. Los padres pueden, sin sa berlo, reforzar que el niño se ponga a gritar y a llorar al darle el caramelo. Como recordarás, en el capítulo 4, el comportamiento de los padres de dar caramelos a los niños se ve negativamente reforzado en el momento en que el niño para de llorar y gritar.
El incremento de respuesta asociado a la extinción, que implica un aumento en la conducta no reforzada o la aparición de una nueva conducta (a veces emocional) durante un breve período de tiempo, es una reacción natural a la terminación del reforzador. El aumento de la frecuencia, la duración o la intensidad de la conducta no reforzada o de los comportamientos nuevos que se producen durante la extinción pueden ser reforzados, por lo que el incremento de respuesta asociado a la extinción sirve un propósito útil. Por ejemplo, cuando Gregorio tiraba muy fuerte del pomo de la puerta y le daba golpes, la habría abierto si no fuera porque estaba cerrada con llave. Cuando Amanda gritaba y lloraba más fuerte, sus padres podrían haber entrado en la habitación y darle la atención que ella no estaba recibiendo por el simple hecho de llorar.
El incremento de respuesta asociado a la extinción no es necesariamente un proceso consciente. Amanda, probablemente, no está pensando, «voy a llorar más fuerte, gritar y golpear la almohada para llamar la atención de mis padres». El incremento de respuesta asociado a la extinción es, simplemente, una característica natural de una situación de extinción.

LECTURAS PARA AMPLIAR
Incremento de respuesta asociado a la extinción
El incremento de respuesta asociado a la extinción es un fenómeno de gran relevancia y con implicaciones en el modo en que aplicamos el procedimiento de extinción para disminuir problemas de comportamientos (véase el capítulo 14). Ha sido estudiado por varios investigadores; por ejemplo, Lerman e Iwata (1995) revisaron los estudios publicados que evaluaban la extinción y encontraron que el incremento de respuesta se observaba en el 24 por 100 de los estudios. Los autores identificaron el incremento de respuesta asociado a la extinción como un aumento inicial del comportamiento durante la extinción. Lerman, Iwata y Wallace (1999) examinaron el uso de la extinción en 41 casos de comportamiento autolesivo durante más de nueve años en su propio programa de tratamiento. Se encontró evidencia del incremento de respuesta asociado a la extinción (aumento inicial en el comportamiento) en el 39 por 100 de los casos y un aumento en el comportamiento agresivo en el 22 por 100 de los casos. Curiosamente, el incremento de respuesta asociado a la extinción se daba con más probabilidad cuando se extinguía una conducta mantenida por reforzamiento negativo que cuando se extinguía una conducta mantenida por un reforzamiento positivo. En ambos estudios, el incremento de respuesta asociado a la extinción era más probable cuando la extinción se utilizaba sola que cuando se utilizaba junto con otros procedimientos.

Incremento de respuesta asociado a la extinción
Cuando un comportamiento ya no está siendo reforzado, las consecuencias pueden ser las siguientes:
— El comportamiento aumenta brevemente en frecuencia, duración o intensidad.
— Pueden aparecer nuevos comportamientos.
— Pueden aparecer respuestas emocionales o conductas agresivas.

RECUPERACIÓN ESPONTÁNEA
Otra característica de la extinción es que el comportamiento puede volver a ocurrir incluso después de que no se haya producido durante algún tiempo. Esto se llama recuperación espontánea. La recuperación espontánea es la tendencia natural de la conducta a producirse de nuevo en situaciones que son similares a aquellas en las que se produjo antes de la extinción (Chance, 1988; Lerman, Kelly, van Camp y Roane, 1999; Zeiler, 1971). Si la extinción sigue aplicándose cuando se produce una recuperación espontánea, es decir, si no hay reforzador, el com- portamiento no continuará por mucho tiempo. De vez en cuando, Amanda puede llorar durante la noche después de haberse aplicado extinción, pero si no recibe atención por el llanto es probable que éste no se dé con frecuencia o durante mucho tiempo. Sin embargo, si se produce una recuperación espontánea y el comportamiento se refuerza, el efecto de la extinción se perderá. Por ejemplo, Gregorio todavía puede intentar de vez en cuando abrir la puerta de atrás de su edificio. Si se abriera la puerta algún día, su comportamiento de utilizar esa puerta se reforzaría y sería más probable que tratara de utilizarla otras veces. Encontrar la puerta abierta de vez en cuando sería un ejemplo de reforzamiento intermitente, lo que aumentaría la persistencia del comportamiento o la resistencia a la extinción en el futuro.

4. VARIACIONES EN EL PROCEDIMIENTO DE EXTINCIÓN
Como se discutió en el capítulo 4, hay dos variantes en el procedimiento o dos tipos de reforzamiento: el reforzamiento positivo y el reforzamiento negativo. Un comportamiento puede someterse a extinción independientemente de si se mantiene por reforzamiento positivo o negativo. El resultado de la extinción es el mismo: el comportamiento disminuye y deja de producirse. Sin embargo, el procedimiento de extinción es sutilmente diferente en los dos casos. Si una conducta está reforzada positivamente, aparece una consecuencia después del comportamiento; por tanto, la extinción de una conducta reforzada positivamente implica la omisión de la consecuencia que se daba después de la conducta. En otras palabras, cuando el comportamiento no recibe consecuencias reforzantes no vuelve a ocurrir. Si el comportamiento se refuerza negativamente, lo que se consigue con el comportamiento es eliminar o evitar estímulos aversivos. La extinción de una conducta reforzada negativamente implica eliminar el escape o la evitación como consecuencia de la conducta que estaba siendo reforzada. Cuando el comportamiento ya no da lugar al escape o a la evitación de un estímulo aversivo, el comportamiento se detiene. Por ejemplo, supongamos que alguien usa tapones para los oídos en el trabajo para reducir el ruido que hacen las máquinas en una fábrica. El uso de tapones para los oídos se refuerza negativamente por escapar del ruido. Si con los tapones para los oídos no disminuye el ruido, debería dejar de usarlos. El comportamiento de llevar tapones para los oídos se eliminará cuando no llevarlos puestos le produzcan escapar del ruido. Esto puede ser un concepto  difícil de entender. Consideremos los siguientes ejemplos:

Variaciones del procedimiento de extinción
— El reforzador positivo no se entrega después de la conducta.
— El estímulo aversivo no se elimina después de la conducta.

Sandra tiene toque de queda a las 11 de la noche. Si viene después de esa hora, sus padres le regañan y le ponen un castigo durante una semana. Debido a que sus padres se van a la cama a las 10, no se enteran de la hora a la que llega su hija a casa. A la mañana siguiente, le preguntan por la hora a la que llegó la noche anterior. Si llegó a su casa después de las 11, estaría mintiendo diciéndoles que llegó a casa más temprano. La mentira se está reforzando negativamente por la evitación de las consecuencias de sus padres. La extinción de la mentira se produciría si ésta no le ayudara a evitar consecuencias desagradables. Si uno de sus padres se levantara de la cama sabría en qué momento llega su hija a casa y Sandra dejaría de mentir cuando llega tarde.

Reforzamiento
Respuesta
Sandra se encuentra a sus padres cuando llega a casa después de las 11.
Consecuencia
Sandra evita que le regañen.
Resultado: es más probable que en futuras ocasiones Sandra mienta sobre la hora a la que llegó a casa.

Extinción
Respuesta
Sandra se encuentra a sus padres cuando llega a casa después de las 11.
Consecuencia
Los padres le regañan sin que ella pueda evitarlo.
Resultado: es menos probable que en futuras ocasiones Sandra mienta acerca de la hora de llegada.

Veamos otro ejemplo. José es un estudiante universitario que trabaja a tiempo parcial de vigilante en una obra. A veces le toca limpiar los baños de la oficina del vigilante y odia hacerlo. Cada vez que el supervisor le dice que tiene que limpiar los baños, pone excusas, y el supervisor le permite salirse con la suya, diciéndole a otra persona que lo haga. El comportamiento de José de inventar excusas le ayuda a evitar la limpieza de los baños. Inventar excusas, por tanto, se refuerza negativamente.
Si fueses el supervisor de José, ¿cómo utilizarías la extinción para detener las excusas que dice cuando le toca limpiar los baños?
Cada vez que José pusiera excusas, el supervisor tendría que decirle que limpiara los baños de todos modos. Por tanto, como José no puede evitar la limpieza de los mismos y las excusas no funcionan, dejaría de inventarlas.

Reforzamiento
Respuesta
José se excusa cuando le toca limpiar el baño.
Consecuencia
José evita la limpieza del cuarto de baño.
Resultado: José tiene más probabilidades de dar excusas cuando se le pide que limpie el cuarto de baño en el futuro.

Extinción
Respuesta
José pone excusas cuando se le pide limpiar el baño.
Consecuencia
El supervisor no le permite evitar la limpieza del cuarto de baño.
Resultado: es menos probable que José ponga excusas cuando se le pida limpiar el cuarto de baño en futuras ocaciones.

La investigación realizada por Brian Iwata y colaboradores (Iwata, Pace, Cowdery y Miltenberger, 1994) ha demostrado que la extinción procede de manera diferente cuando una conducta ha sido mantenida por reforzamiento positivo que por reforzamiento negativo. Iwata y colaboradores estudiaron conductas autolesivas (por ejemplo, golpearse la  cabeza) en niños con discapacidad intelectual. Cuando se dieron cuenta de que las autolesiones se reforzaban positivamente por la atención de los adultos, extinguieron la conducta retirando la atención que daban los adultos después de producirse la conducta. Sin embargo, para algunos niños las autolesiones eran negativamente reforzadas: la conducta les permitía zafarse (escapar) de las tareas académicas que debían realizar. Es decir, un educador dejaba de pedirle al niño que realizase tareas cuando éste comenzaba a realizar comportamientos autolesivos. En estos casos de reforzamiento negativo, la extinción requiere que el maestro no elimine la exigencia académica después de la autolesión. Por tanto, el comportamiento autolesivo ya no permite escapar de la situación de enseñanza. Iwata y colaboradores demostraron que para que la extinción ocurra el reforzador de la conducta debe identificarse y ser eliminado. A menos que el reforzador sea identifi cado y eliminado, el procedimiento no funcionará como extinción.
Edward Carr y colaboradores (Carr, Newsom y Binkoff, 1980) estudiaron los trastornos de conducta de dos niños con discapacidad intelectual. Demostraron que el comportamiento agresivo en ambos niños se producía sólo en situaciones de demanda, funcionando como conducta de escape. Es decir, el comportamiento agresivo era negativamente reforzado por la retirada de las demandas.

¿Cómo podríamos utilizar la extinción con el comportamiento agresivo de estos dos niños?
Carr y colaboradores demostraron que cuando el niño no podía escapar de la situación de demanda realizando la conducta agresiva, el comportamiento agresivo disminuía. Debido a que el comportamiento agresivo era reforzado mediante escape, impedir la conducta de escape funcionó como extinción.

5. MALENTENDIDOS FRECUENTES RELATIVOS A LA EXTINCIÓN
A pesar de que el procedimiento de extinción es diferente según el tipo de reforzamiento de cada comportamiento, el resultado es siempre el mismo: el comportamiento se elimina o detiene. Un error común es pensar que la extinción consiste en ignorar la conducta. Esto no es correcto en la mayoría de los casos. La extinción implica la eliminación del reforzador de un comportamiento. Ignorar el problema de conducta funciona como extinción solamente cuando la atención es el reforzador. Por ejemplo, cuando una persona roba en una tienda, la conducta de robar es reforzada por la mercancía que consigue. Si los vendedores de la tienda ignoran el robo, esto no hará que el comportamiento de robar se detenga. Una vez más, supongamos que un niño se va corriendo de la mesa cuando se le dice que tiene que comerse su plato de verduras y el resultado es que no se las come. Si los padres ignoran este comportamiento, éste no se detendrá. Salir corriendo de la mesa es reforzado por evitar comer las verduras. Ignorar esta conducta no elimina el reforzador, y, por tanto, no funcionará como extinción.

Considera cada ejemplo de reforzamiento de la tabla 4.1 y conviértelo en un ejemplo de extinción. Las respuestas se encuentran al final de este capítulo, en el apéndice A.

6. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA EXTINCIÓN
Dos factores importantes influyen en el proceso de extinción: el programa de reforzamiento previo a la extinción y la ocurrencia de reforzamiento después de la extinción. El programa de reforzamiento, en parte, determina si la extinción va a suponer una rápida disminución del comportamiento o una disminución más gradual (Bijou, 1958; Kazdin y Pols- ter, 1973; Lerman, Iwata, Shore y Kahng, 1996; Neis- worth, Hunt, Gallop y Madle, 1985). Recuerda que en el capítulo 4 decíamos que en el reforzamiento continuo cada aparición de un comportamiento es seguida por un reforzador. En el reforzamiento intermitente no todas las conductas van seguidas de un reforzador, sino que el comportamiento será reforzado sólo ocasionalmente. Cuando una conducta se refuerza de manera continua, una vez que el reforzador se ha retirado ésta disminuye rápidamente. Sin embargo, cuando una conducta se refuerza de manera intermitente, una vez se retira el reforzador disminuye de manera más gradual. Esto ocurre porque el cambio de reforzamiento a extinción es más fácil de discriminar (la diferencia es mayor) cuando una conducta se refuerza cada vez que ocurre que cuando sólo algunos casos del comportamiento son reforzados.

Por ejemplo, si pones dinero en una máquina expendedora y pulsas el botón, siempre obtendrás el objeto que deseas. Éste es un caso de reforzamiento continuo; por tanto, la disminución en el comportamiento durante la extinción sería bastante rápida. No continuarías metiendo dinero en la máquina expendedora si no obtienes el artículo por el que has pagado, ya que la ausencia de reforzamiento sería evidente. Comparemos esto con lo que sucede cuando pones dinero en una máquina tragaperras o una máquina de videojuegos. Éste es un caso de reforzamiento intermitente: poner dinero en la máquina sólo es reforzado de vez en cuando, cuando ganamos un premio (ganar dinero de la máquina). Si la máquina se rompe y nunca consigues el premio, podrías continuar poniendo más monedas, pero acabarías abandonando el juego porque nunca conseguirías el reforzador. Se necesita un período de tiempo más largo para detener el comportamiento del juego porque es difícil determinar que no volverá a aparecer un reforzador por realizar la conducta.

El reforzamiento intermitente antes de la extinción produce resistencia a la extinción, es decir, el comportamiento persiste una vez que se lleva a cabo la extinción. El reforzamiento continuo antes de la extinción produce mucha menos resistencia a la extinción (la persistencia del comportamiento es menor). Al aplicar extinción, debemos tener presente el programa de reforzamiento previo, ya que éste mediará la resistencia de la conducta a la extinción y, por tanto, el éxito de la aplicación (véase el capítulo 14).

Un segundo factor que influye en la extinción es la aparición del reforzador después de la extinción. Si se produce reforzamiento al mismo tiempo en el que se está aplicando extinción, el comportamiento tardará más en desaparecer. Ello se debe a que el reforzamiento de la conducta, una vez que se ha iniciado el proceso de extinción, supone un reforzamiento intermitente, lo que hace al comportamiento más resistente a la extinción. Además, si el comportamiento se refuerza durante un episodio de recuperación espontánea, éste puede aumentar al nivel que tenía antes de la extinción. Retomemos el caso de Amanda. Observamos en la figura 5.2 que su llanto por la noche se redujo a cero a los 14 días, 7 días después de iniciarse el proceso de extinción ¿Qué habría sucedido si en el día 13 la niñera entra en su habitación y le habla mientras llora? Esto reforzaría la conducta de llorar, que podría continuar durante muchos días más (figura  5.4). La reacción de la niñera (fi gura 5.5) de reforzar de manera intermitente aumentaría la conducta de la niña produciendo resistencia a la extinción.

En el caso de la extinción de rabietas a la hora de acostarse de un niño realizado por Williams (1959), las rabietas casi se habían detenido después de que sus padres utilizaran durante unos días el procedimiento de extinción. Sin embargo, cuando una noche la tía prestó atención a dichas rabietas, éstas aumentaron en intensidad. Sólo cuando los padres volvieron a utilizar extinción sistemáticamente, las rabietas finalmente se detuvieron.

Figura 5.4.— El gráfico muestra los datos hipotéticos que ilustran la duración del llanto durante la lineabase y durante un procedimiento de extinción en el que la conducta fue reforzada accidentalmente el día 13. El reforzamiento accidental indujo un incremento en la duración de la conducta y en el número de días necesarios para extinguir la conducta.

Figura 5.5.— Cuando Amanda llora por la noche, la niñera entra en la habitación y habla con ella. De este modo, la niñera, accidentalmente, refuerza el llanto. Esta circunstancia hará que se necesite más tiempo para disminuir el comportamiento y pararlo cuando los padres utilicen extinción.

RESUMEN DEL CAPÍTULO
1. La extinción es un principio básico del comportamiento. Se produce cuando una conducta que previamente ha sido reforzada deja de serlo y, a consecuencia de ello, el comportamiento disminuye y deja de producirse.
2. La extinción induce a menudo un incremento de respuesta en el que la conducta, al no ser reforzada, aumenta temporalmente en frecuencia, intensidad o duración, dando lugar a que aparezcan nuevos comportamientos de forma temporal.
3. El procedimiento de extinción es diferente para las conductas que se refuerzan positivamente que para aquellas que estén negativamente reforzadas. Sin embargo, en cada caso, el reforzador se determina para cada comportamiento y el resultado es la eliminación de la conducta. Durante la extinción de una conducta reforzada positivamente, el reforzador deja de presentarse después de la conducta. Durante la extinción de una conducta reforzada negativamente, el estímulo aversivo deja de ser retirado después de la conducta.
4. Un error común acerca de la extinción es que ésta consiste en ignorar la conducta. Ignorar la conducta funciona como extinción sólo si ésta está mantenida por atención.
5. El comportamiento disminuye más rápidamente durante la extinción si se ha reforzado de manera sistemática antes de aplicarla y si la conducta no es reforzada durante el proceso de extinción.

TÉRMINOS CLAVE
Extinción, 110.
Incremento de respuesta asociado a la extinción, 112.
Recuperación espontánea, 114.
Resistencia a la extinción, 117.

TEST PRÁCTICO
1. ¿Cuál es la definición conductual de la extinción? (p. 110).
2. Proporciona un ejemplo de extinción (pp. 109- 111).
3. ¿Qué es el incremento de respuesta asociado a la extinción? (p. 111).
4. Proporciona un ejemplo de un incremento de respuesta asociado a la extinción (pp. 111-113).
5. Dibuja un gráfico que muestre un efecto de extinción. Asegúrate de mostrar el incremento de respuesta asociado a la extinción (p. 112).
6. ¿Qué es el reforzamiento negativo? Explica la extinción de una conducta reforzada negativamente (p. 114).
7. Proporciona un ejemplo de extinción de una conducta reforzada negativamente (p. 114).
8. La extinción no es lo mismo que ignorar. Explica esta afi rmación (p. 116).
9. Explica cómo infl uye el programa de reforzamiento (continuo o intermitente) en la extinción de la conducta (p. 116).
10. ¿Qué sucede cuando un comportamiento es accidentalmente reforzado durante el proceso de extinción? (p. 116).
11. Dibuja un gráfico de extinción que muestre lo que sucede cuando un comportamiento es accidentalmente reforzado (p. 117).
12. ¿En qué consiste la recuperación espontánea durante la extinción? (p. 114).

APÉNDICE A
Aplica extinción en cada ejemplo de reforzamiento de la tabla 4.1:
1. Si los padres dejaran de ir a la habitación del niño cuando llora por la noche, el niño dejará de llorar en el futuro.
2. Si el paraguas no se abre correctamente cada vez que la mujer trata de abrirlo, y en consecuencia no le tapa, dejará de usarlo en el futuro.
3. Si el extractor no responde a los intentos de la cocinera para encenderlo o si no es efectiva la salida de humo de la habitación, finalmente dejará de intentar encenderlo.
4. Si la compañera de habitación de una estudiante ya no le da las respuestas a las preguntas, dejará de preguntar a su compañera de habitación.
5. Si el maestro ignoró a Juan cuando lo miró en la clase, será menos probable que vuelva a mirarlo en el futuro.
6. Si los tapones para los oídos ya no eliminan el ruido del televisor, Patricia dejará de usarlos.
7. Si los trabajadores no ganan dinero para el montaje de bicicletas (porque la empresa estaba en quiebra), dejarán de hacerlo.
8. Si el niño no deja de llorar cuando su madre le da caramelos en la tienda, será menos probable que la madre le dé caramelos cuando llora, porque darle un caramelo no se está viendo reforzado con la terminación del llanto. Si la madre no le da caramelos a su hijo cuando llora en la tienda, será menos probable que el niño llore en la tienda.